Los hosteleros de La Marina se frotan las manos con la triple ración de eventos

A pesar de la decepción por el final de las fiestas de María Pita y el récord absoluto de recaudación que éstas supusieron, los hosteleros de la zona de La Marina tendrán hasta el fin de semana una ligera sensación de deja vu en lo que a ambiente, volumen de trabajo e ingresos se refiere. Una especie de tormenta perfecta comenzó en el día de ayer con la llegada de dos de las cinco escalas que se producirán en 24 horas, proseguirá con la histórica cumbre hispano-alemana de hoy y finalizará entre mañana y el domingo con la celebración de las fiestas del Rosario. Alberto Boquete, presidente de la asociación del colectivo en La Marina, reconoce un estado de maravillosa excepción. “Desde las últimas horas (por ayer) es una locura la carga de trabajo que tenemos, todo lo que son cruceros se nota, pero es que ahora hablamos de unos 10.000 cruceristas”, recuerda. 

A Coruña en el mapa 
Menos certezas tiene Boquete sobre lo que puede deparar una cumbre política que, si bien se celebrará en un espacio cerrado y de manera privada, ha provocado la movilización de más de medio millar de agentes, y a buen seguro tendrá despertará la atención de muchos curiosos. “No tenemos ni idea de cómo va a influir, porque habrá mucha seguridad, pero creemos que será algo positivo”, comenta. “Tenemos la parte negativa del control y ciertas limitaciones, pero es algo que pone en el mapa la ciudad”, añade. Parece asegurado el goteo de curiosos a lo largo de toda la jornada.

Todavía con la resaca de cumbre política de Palexco la vecina Ciudad Vieja dará el pistoletazo de salida a las remozadas y redimensionadas fiestas del Rosario, en las que la intención es hacerlas extensibles a toda la ciudadanía, como antaño. Uno de los actos centrales tendrá lugar el viernes en la zona de O Parrote, con la actuación nocturna de Los Enemigos. Desde La Marina saben lo que suponen las descargas en directo en las inmediaciones de la zona, dado el precedente de las fiestas de María Pita. “En un futuro podríamos ajustar nuestros horarios a las actuaciones, pero en el caso de Los Enemigos o las fiestas de la Ciudad Vieja en general, acabando en muchos casos a las 00.30 horas, tenemos margen para trabajar muy bien”, advierte el máximo responsable de la hostelería de la zona. 

Recientemente, la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña predijo un invierno complicado para el sector, que se movilizará para protestar por el aumento en gastos como la factura energética.

Sin calefactores 
Las terrazas de La Marina, un clásico de la estampa hostelera de la ciudad, podrían verse condicionadas por el aumento de esa factura de la luz, que condiciona el encendido de calefactores. 

Seis días a lo largo de esta semana pueden resulta fundamentales para una zona que, de otro modo, también se pondrá en el mapa.