El barrio de Cuatro Caminos contará con un renovado parque infantil después de que el Ayuntamiento reforme el espacio de ocio situado entre Puga y Parga y Alexandre Bóveda.
Así lo anunció este lunes la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, tras la Junta de Gobierno local, en la que se aprobó el proyecto y salida a concurso de los trabajos de mejora previstos en los espacios verdes y el parque infantil. “Somos conscientes, desde hai tempo, de que era preciso intervir tanto na área de xogos como na súa contorna para renovar os equipamentos e, ademais, adaptar este espazo ao aire libre ás súas necesidades actuais. É o que faremos mediante esta intervención, humanizando e naturalizando o parque, onde tamén actuaremos sobre as zonas de paso”, explicó la regidora.
Está prevista la retirada de la chapa que marca el cierre perimetral del parque y, en su lugar, se instalará un vallado de madera, con materiales resistentes al deterioro y a la exposición a las inclemencias meteorológicas. En el área de juegos, a mayores, se renovará el firme de caucho. Además, se actuará sobre el mobiliario urbano, ya que se reconfigurará su distribución y se habilitarán nuevas equipaciones de juego como mesas de ajedrez.
En lo referente a las áreas verdes, una de las medidas que está sobre la mesa es la plantación de un nuevo césped sobre una base de tierra vegetal enriquecida. Además, está previsto plantar más árboles en el parque. A mayores, se redimensionará la red de riego y se adaptará para que el sistema llegue a la superficie total del parque.
El contrato que sale a concurso prevé una inversión de más de 130.000 euros. Una vez que se adjudique, el plazo de ejecución será de cuatro meses.
La calle de Puga y Parga forma parte del recorrido de la ronda peatonal con la que el Ayuntamiento coruñés pretende dar más protagonismo al tránsito a pie. Dentro de ella, el parque infantil cuenta con un papel esencial como lugar de ocio tanto de los vecinos de Cuatro Caminos como de las personas que se desplazan hasta el centro de la ciudad. El parque ya fue objeto de críticas hace diez años con su reforma debido a la instalación en él de asientos de hormigón que fueron calificados de peligrosos para los niños que usan el espacio infantil.