La casa Slytherin aterriza en la ciudad a grito de “Avada Kedavra”

La casa Slytherin aterriza en la ciudad a grito de “Avada Kedavra”
El actor Josh Herdman en La tienda que no debe ser nombrada | patricia g. fraga

En la escuela de magia Hogwarts había cuatro casas: Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Esta última se caracterizaba por ser una de las más poderosas, pero a su vez concentraba a los principales rivales de Harry Potter: Draco Malfoy y sus inseparables amigos, Vincent Crabbe y Gregory Goyle, que le hacían la vida imposible al protagonista.


El segundo llegó ayer a la ciudad para conocer a los fans de la latente saga, pero esta vez no hizo de las suyas como en el castillo de magia y hechicería. Goyle, interpretado por Josh Herdman, firmó varitas con la frase del poderoso hechizo maldito “Avada Kedavra” y se sacó fotos con todas las personas que desde primera hora de la mañana hacían cola en el exterior de La tienda que no debe ser nombrada.


“Me siento muy agradecido y afortunado por estar aquí. La saga terminó hace once años y todavía viajo por todo el mundo para participar en eventos como este, por lo que Harry Potter es una gran parte de mi vida”, asegura el actor, que, además de interpretar diferentes papeles durante estos últimos años, también ha compaginado su carrera con la lucha en la MMA (artes marciales mixtas). Sin embargo, aunque sigue entrenando a día de hoy, ya no compite desde el año 2018.


El actor no se considera muy diferente a lo que se pudo ver en la gran pantalla durante la saga. Y es que, en la vida real, volvería a estar en Slytherin. “Hice el test de Pottermore y me salió Gryffindor, pero yo me quedaría con Slytherin como un chico malo”, reconoce.


Durante las siete películas de Harry Potter, Herdman compartió incontables momentos con sus compañeros. A día de hoy sigue en contacto con Tom Felton, que da vida a Draco, y con Jamie Waylett (Vincent Crabbe), y recuerda con cariño y alegría muchas de las escenas a su lado. “Hay muchos buenos momentos, pero yo creo que mis favoritos son los que nos empezábamos a reír y contagiábamos la risa al otro, porque teníamos que seguir actuando y era divertido”, comenta, y añade que “es interesante crecer como actor. No es comparable con nada pero he tenido lo mejor de los dos mundos, el de persona normal y el de personaje de Harry Potter”.


Precisamente Waylett tenía que estar ayer en A Coruña acompañando a su gran amigo, pero un problema con su vuelo impidió que llegase a tiempo.

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