Jasper Philipsen, un obús en el primer esprint de la Vuelta, en la que Primoz Roglic sigue líder

Jasper Philipsen, un obús en el primer esprint de la Vuelta, en la que Primoz Roglic sigue líder
El ciclista belga del Alpecin Fenix, Jasper Philipsen celebra en el podio su victoria en la segunda etapa de la Vuelta a España, de 166,7 kilómetros, entre Caleruega y Burgo/ EFE/ Manuel Bruque

El belga Jasper Philipsen (Alpecin Fenix), relegado en las llegadas masivas del Tour por el británico Mark Cavendish, se sacó la espina en la Vuelta apuntándose al esprint la segunda etapa disputada entre Caleruega y Burgos Gamonal, de 166,7 kilómetros, en la que se mantuvo líder el esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma).


Philipsen llegó a desesperarse en el Tour. Sufrió el renacimiento de Cavendish, quien relegó al belga de Mol, de 23 años, a tres segundos puestos y otros tantos terceros. No hubo manera de estrenarse en la "grande boucle". Llegó a la Vuelta con el objetivo claro de aprovechar las oportunidades al esprint. A la primera, triunfó.


El joven velocista del Alpecin fue el más rápido en un esprint disputado a cara de perro, muy ajustado y emocionante, con muchos candidatos al triunfo. Se impuso con un tiempo de 3h.58.57, superando al neerlandés Fabio Jacobsen (Deceuninck) y del australiano Michael Matthews (BikeExchange).


Lo intentó de lejos el colombiano Juan Sebastián Molano (UAE), también Alex Aranburu (Astana), pero finalmente se repartieron la cuarta y la quinta plaza. El objetivo del guipuzcoano era ponerse la roja, pero para eso debía ganar, y le faltó remate.


Entre los hombres de la general, sin cambios. Roglic salvó un día de calor y cierto viento sin mayores problemas. Afrontará la subida del Picón Blanco, donde habrá refriega entre los favoritos, con 4 segundos sobre Aranburu.


En menos de medio minuto se concentran los grandes candidatos, desde Enric Mas, duodécimo a 18 segundos, a Egan Bernal, a 27, con Supermán López, Carapaz y Valverde en las mismas marcas. Algo más alejado se encuentra Mikel Landa, a 39 segundos del líder.


Los equipos invitados montan la primera fuga

Los equipos invitados a correr la Vuelta suelen ser agradecidos, corresponden al gesto, vital para su existencia, formando parte de las habituales escapadas, esas que rara vez desembocan en triunfo para alguno de sus componentes. Los tres equipos españoles Pro Team se lanzaron de inicio para la primera aventura, con Diego Rubio (Burgos-BH), Sergio Román Martín (Caja Rural-Seguros RGA) y Xabier Azparren (Euskaltel-Euskadi).


Salieron disparados de la pequeña localidad de Caleruega, de apenas 425 habitantes, famosa por ser la cuna de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Dominicos. Bajo el sol, con algo de viento y sin esperanzas realistas, el trío se lio la manta con permiso de un pelotón que controló de inicio para llegar en grupo y que discutieran la victoria los esprinters.


Era día para velocistas y para estar ojo avizor con el viento, que solo se presentó a 63 kilómetros de meta y de manera fugaz. Suficiente para que el grupo acelerase el ritmo para buscar posibles abanicos que nunca llegaron.


Esos movimientos rebajaron la ventaja de los escapados en torno al minuto. El Deceuninck de Jacobsen, y sobre todo el Groupama de Demare, dejaron claro desde el principio que en Gamonal iba a tener lugar el primer esprint de la Vuelta 2021.


También se produce a menudo la llamada "fuga en la fuga", es decir, cuando los rebeldes dejan de entenderse alguno intenta la aventura por su cuenta. Eso hizo el abulense Diego Rubio, representante del Burgos BH, el equipo local. Una iniciativa de nulo futuro. Fue atrapado a 20 de meta. Todos juntos. Nueva etapa.


Philipsen se muestra

Como banco de pruebas se presentó inminente el esprint intermedio de Tardajos, donde tensó el Astana en la aproximación para Aranburu, quien arañó 2 segundos de bonificación, lo que le situaba a 4 de la roja que se enfundó Roglic en la crono inicial.


Con Gamonal a la vista, el barrio burgalés más poblado de Burgos, de tradición rebelde y combativa, empezó una nueva etapa, con los equipos de los esprinters en marcha. Surgieron los nervios habituales, alguna caída, y un ritmo en cabeza que ya nadie pudo controlar.


Ala hora de definir, el colombiano Molano apostó por el ataque lejano, bien lanzado por sus compañeros del UAE, pero la respuesta fue inmediata por parte de Jakobsen, Matthews y Philipsen, este último el más poderoso en los últimos metros, firmando su segundo triunfo en la Vuelta. En 2020 alzó los brazos en Puebla de Sanabria, en un esprint reducidos.


Philipsen siguió con la tradición del Alpecin, equipo que ha ganado los primeros esprints en Tour, Giro y Vuelta. Y puso final a la racha a un rosario de puestos intermedios que habían comido la moral al belga. En Gamonal se rebeló. Era su cuarto triunfo de la temporada tras los logrados en el G,P Escalda y las dos etapas en la Vuelta a Turquía.


Este lunes se disputa la tercera etapa entre Santo Domingo de Silos y la cumbre de Picón Blanco, próxima a Espinosa de los Monteros, de 202,8 kilómetros. primer final en alto tras un ascenso de 7,6 kms al 9,3 por ciento de pendiente media. 

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