Examinan las palmeras de Zalaeta ante el peligro de que se desplomen

Examinan las palmeras de Zalaeta ante el peligro de que se desplomen
Más de 20 palmeras se acumulan solo en el tramo entre Hospital y Curros Enríquez | patricia g. fraga

Los técnicos de la Concejalía de Medio Ambiente están analizando las palmeras que se levantan en la mediana de la calle de Zalaeta. Después de la caída de uno de estos árboles el viernes pasado, en el Ayuntamiento teme que haya varios más de estos ejemplares en condiciones precarias, y temen que sea necesario talar varios para evitar que se produzcan accidentes. Estas palmeras, situadas en la mediana, no son de gran porte pero, aún así, su caída supondría una amenaza.


Eso fue lo que ocurrió el viernes. Los Bomberos acudieron a las cuatro y diez de la tarde de ayer al cruce de la calle Zalaeta con Curros Enríquez, donde se había desplomado una de las palmeras que se habían desplomado sobre un coche estacionado, causándole graves daños.


El árbol caído se encuentra entre Curros Enríquez y la calle Hospital. En ese tramo de Zalaeta, se acumulan 22 de estas plantas procedentes de Nueva Zelanda. Si le suman las del otro tramo, su número asciende a 36. Su nombre científico es “Trachycarpus fortunei” y, en realidad, no son de la misma familia que la palmera.


Estas plantas envejecen en pocos años y, a medida que crecen, la base de su tallo se adelgaza, lo que las hace más propensas a estas caídas. No tiene que ver con las verdaderas palmeras “Phoenix canariensis” de Méndez Núñez, por ejemplo. Sin embargo, a pesar de estas obvias desventajas, es muy común en A Coruña porque no crece mucho, así que ocupa poco espacio, y sobre todo, porque es una de las pocas especies de palmera que resiste el clima demasiado frío de A Coruña.


Obsolescencia

Los técnicos consultados señalan que no es necesario que estas palmeras hayan sufrido ningún ataque ya sea de hongo o de un parásito (como el temido picudo rojo) para que se pueda explicar lo ocurrido el viernes pasado. Es más probable que los árboles hayan llegado al final de su vida útil, o que hayan entrado en obsolescencia, como dicen los expertos.


A pesar de todo, talarlos será una decisión polémica, y la concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, es muy consciente de ello. La política municipal es no cortar un árbol a menos que sea necesario, porque los vecinos protestan a menudo. Acostumbrados a ver las palmeras cada día, los residentes en Zalaeta, puede que un día se levanten para comprobar que han desaparecido.

Examinan las palmeras de Zalaeta ante el peligro de que se desplomen

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