Ourense, entre las siete ciudades españolas que autorizan a los perros a viajar en el bus

Ourense, entre las siete ciudades españolas que autorizan a los perros a viajar en el bus
El creador de Pipper on tour, Pablo Muñoz, posa junto a su compañero Pipper "el primer perro turista"/EFE

Solo siete ciudades españolas -San Sebastián, Irún, Cartagena, Fuengirola, Ourense, Palma de Mallorca y San Cugat del Vallés- autorizan que los perros viajen en sus autobuses urbanos sin necesidad de que vayan dentro de un transportín, mientras 43 prohíben la entrada de estas mascotas.


Esta es la conclusión de un estudio realizado por Pablo Muñoz, creador de la guía "Pipper on tour", quien ha recorrido 50.000 kilómetros visitando los 100 principales destinos de España junto a su compañero Pipper, "el primer perro turista", para contar cómo se integra a este animal de compañía en cada una de las ciudades.


El estudio, publicado este lunes, señala que entre las 144 grandes ciudades de España de más de 50.000 habitantes que tienen servicio de autobús urbano, el acceso a perros sin necesidad de transportín está permitido en San Sebastián, Irún, Cartagena, Fuengirola, Ourense, Palma de Mallorca y San Cugat del Vallés.


Alcoy (Alicante) y Mérida (Badajoz) también lo contemplan en sus ordenanzas municipales, pero todavía no lo han puesto en práctica. Cada ciudad tiene su propia normativa, explica Muñoz en una entrevista con EFE.


"Las normas varían en función del ayuntamiento y la empresa de transporte", pero todas coinciden en la obligación de que el dueño lleve la documentación sanitaria del perro al día y tener al animal limpio y atado con una correa corta, señala.


El bozal es obligatorio en todas las ciudades salvo en San Sebastián, donde estas mascotas han de ir en brazos de sus propietarios y por ello no tienen necesidad de llevarlo.


Las normas también contemplan la limitación del número de perros en el autobús (uno en Cartagena, dos en Irun y Ourense y cinco en Fuengirola); la prohibición de la entrada de perras en celo (en Irún y Fuengirola) y de razas peligrosas (Fuengirola y Palma) o la limitación del acceso por tamaño (en SanSebastián solo permiten perros pequeños y en Fuengirola de hasta 25 kilos).


El estudio analiza también otros transportes públicos urbanos como el metro, al que los canes solo pueden acceder en Barcelona y Madrid, o el tranvía, donde además de en estas dos últimas Zaragoza, Bilbao, Vitoria-Gasteiz, Parla, Badalona y L’Hospitalet de Llobregat permiten su acceso con el perro atado.


"Estas ciudades están demostrando que la convivencia es posible. Lo han contemplado todo y lo han organizado de tal manera que cada uno tenga su espacio en los autobuses", asegura.


"Tenemos que hacer ver a la sociedad que los perros son sujetos de derecho como marca la normativa europea", precisa Muñoz.


Por ello apela también a empresas y administraciones a incrementar las facilidades que tienen los ciudadanos a la hora de acceder a los espacios públicos, bien sea para coger un autobús, un tren, entrar a un restaurante o alojarse en un establecimiento.


Para Muñoz, la integración del animal en el día a día de los ciudadanos es "vital" para reducir los "más de 100.000” abandonos que se dan en España anualmente", donde, recuerda en vísperas del día Internacional del Perro, el 26 % de los hogares tiene un perro como mascota.

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