Crecen las quejas por perros que ladran al quedarse solos

Crecen las quejas por perros que ladran al quedarse solos
Un boxer fue el protagonista de una intervención en San Nicolás | javier alborés

 

A Coruña es una ciudad con una creciente población canina, pero también con un número mayor de hogares en los que solo vive una persona. El resultado es que cada vez hay más canes que pasan gran parte de su tiempo solos en las viviendas y por eso cada vez más se reciben más quejas de ladridos y otras molestias causadas por las mascotas que echan de menos a sus dueños. El año pasado la Policía Local realizó cerca de quince intervenciones, un número inaudito, cuando en anteriores ejercicios no se había registrado apenas ninguno.

En febrero de este año tuvo lugar un ejemplo bastante sonado. La Patrulla Verde de la Policía Local decidió recoger a un boxer que se hallaba encerrado en un piso de la calle de San Nicolás en un rescate que, pese a no ser complicado, generó gran expectación: el animal se había asomado a la ventana de un tercer piso y se había puesto a ladrar con las patas fuera del alféizar, y los transeúntes alertaron a las autoridades. Fueron los bomberos los que tuvieron que introducirse en el piso a través de una autoescalera para luego entregar al animal a la Policía Local.

El número de animales registrados por la Xunta en el término municipal de A Coruña ya era de 24.503 hace un año, de los cuales el 4,6% (1.075) pertenecen a razas consideradas como potencialmente peligrosas. En cambio, el número exacto de vecinos coruñeses que viven solos se desconoce pero en la provincia se estiman 122.000.

Crecen las quejas por perros que ladran al quedarse solos

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