Pocos sectores debe de haber en los que más se dé eso de ‘la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio’ que en la política. Será por esa memoria selectiva y esa cara de hormigón armado que parece que les piden a algunos como requisito para entrar en ese mundo. El caso es que Vox, el partido en el que tiene una presencia relevante una tal Rocío Monasterio, investigada por firmar como arquitecta sin serlo, pide la destitución de Yolanda Díaz por tener en su currículum tres másteres presuntamente falsos. Igual es que la ministra mejor valorada les resulta cada vez más molesta.