Como si de un viaje en el tiempo se tratase, Alanis Morissette fue la encargada de activar el condensador de fluzo para que los  7.000 asistentes presentes hoy en el Coliseum se trasladasen a hace treinta años, cuando ‘Ironic’, ‘You Oughta Know’ y ‘Hand in my pocket’ era lo que más sonaba en los CD y en los vídeos de MTV. Con una gran puesta en escena y un desparpajo indiscutible, la artista canadiense no necesitó más de dos horas para meterse en el bolsillo a un Coliseum totalmente desatado por la nostalgia.

Precisamente fue ‘Hand in my pocket’ el tema que dio inicio a un concierto que comenzó sin la artista en el escenario. La voz de aquella joven de 21 años volvió a sonar treinta años después, más madura pero con la misma energía y frescura que en 1995. Con aquella rebeldía característica, tras varios segundos de canción Morissette apareció desde uno de los lados hasta plantarse en medio del escenario, lo que acrecentó que la gente entonase a coordinadamente uno de los clásicos de su primer disco, ‘Jagged Little Pill’.

A partir de ahí, como gran estandarte del ‘Women empowerment’, la canadiense irá jugando con imágenes y frases impactantes en canciones como ‘Right Throught You’ o ‘Reasons I Drink’. Tan solo una guitarra, una armónica y su viva voz fueron suficientes para denunciar las injusticias de aquella vieja Europa plagada de políticas conservadoras.

Tras un breve repaso de algunos de sus temas como ‘Smilling’ o ‘I remain’, la banda improvisó un pequeño escenario. Aunque tan solo fue un amago de despedida. Bajaron los decibelios y el Coliseum enmudeció para escuchar en acústico algunos de sus temas más personales, como ‘Mary Jane’ o ‘Perfect’, antes de volver a subir el volumen al completo para su particular y a la vez especial fin de fiesta.

Su despedida comienza con su canción más popular, ‘Ironic’, donde antes de hacer vibrar al público con ‘You Oughta Know’ e incluso derramar alguna lágrima con ‘Uninvited’, subió a una persona al escenario y recordó que la vida puede ser tan irónica que hasta en tu boda puede llover.