Alanis Morissette es la voz femenina de los años noventa. En una época en la que la música se escuchaba en CD y los vídeos de la MTV marcaban tendencia, la artista canadiense le puso banda sonora a los sentimientos de una generación. Este miércoles llega al Coliseum con un concierto que reunirá bajo el mismo techo a aquellos a los que conquistó hace treinta años y a los que la han descubierto gracias a su influencia sobre las cantantes que hoy llenan estadios.
Fue en 1995 cuando Morissette irrumpió en la escena musical internacional para ponerla a sus pies. Lo hizo con ‘Jagged Little Pill’, su tercer disco de estudio, pero el primero que lanzaba más allá de su país natal. El 7 de julio de aquel año comenzó a sonar el primer sencillo del álbum, ‘You Oughta Know’, que enseguida se convirtió en un éxito y vendió más de veinte millones de copias. Le siguieron ‘Hand in My Pocket’ y ‘All I Really Want’, que confirmaron que el estilo de la compositora, un rock alternativo que se acercaba al grunge sin formar parte de él y letras sobre la intimidad y los problemas cotidianos, era lo que el mundo quería escuchar.
Y llegó ‘Ironic’. El mayor éxito de Alanis Morissette y una de las canciones imprescindibles en las listas de mejores temas, que en el año de su lanzamiento (1996) alcanzó el número 1 en catorce países. Con un vídeo inolvidable –la propia artista representando varios personajes como pasajera de un taxi– y un aura de himno que perdura en el tiempo. Las canciones de la canadiense sonaban en radios, televisiones y recintos de todo el mundo –realizó una gira de 300 conciertos– y su álbum ‘Jagged Little Pill’ vendió 33 millones de copias. El segundo disco de una artista femenina más vendido de la historia, solo superado por el ‘Come On Over’ de la también canadiense Shania Twain.
A finales de la década de los noventa la fama de Alanis Morissette era descomunal. Tenía el favor del público y de la crítica –a lo largo de su carrera ha acumulado 33 premios, siete de ellos Grammy– y después de componer el tema principal de la película ‘City of Angels’ ella misma se puso ante a las cámaras en la cinta de Kevin Smith –director de culto en los 90– ‘Dogma’, en la que, acorde con la legión de fieles que la seguían en todo el planeta, le habían reservado el papel de Dios. Para ella compuso la canadiense la canción ‘Still’ y años después repitió colaboración musical cinematográfica para la película ‘Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario’.
La relación de Morissette con el cine y la televisión ha sido constante en los últimos treinta años. ‘House’, ‘Cómo conocí a vuestra madre’, ‘El novio de mi madre, ‘Glee’ y ‘Yellowjackets’ son algunos de los títulos en los que ha sonado su música. Una presencia en la cultura popular que dentro de la industria musical se convierte en influencia. Meredith Brooks, Avril Lavigne o Pink en décadas pasadas y Olivia Rodrigo en la actualidad han destacado la importancia de la cantante en sus carreras. Y otras estrellas como Beyoncé, Britney Spears o Taylor Swift han interpretado alguno de sus temas.
Dos años después de la publicación de su último disco de estudio, ‘The Storm Before the Calm’, el décimo de su discografía, Alanis Morissette se embarcó en una nueva gira mundial que la traerá a la ciudad como parte de O Gozo Festival y ofrecerá a los que acudan al Coliseum este miércoles la oportunidad de comprobar por qué el legado de la autora de ‘Ironic’ sigue vigente