el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, no es de los que va de farol. Así que en la Xunta ya están pensando que los funcionarios acudan a su puesto de trabajo pertrechados con escopeta y sombrero tirolés, como si en lugar de a trabajar, se fueran de cacería. Harto de que los jabalíes destrocen los sembrados de los parques del concello, el regidor oleirense amenaza con plantarse en San Caetano y soltarles un puerco bravo para que lo puedan adoptar como mascota. Las quejas de García Seoane tienen cierta razón y hay que reconocer que cada día se producen más episodios de encuentro con jabalíes en zona urbanas. FOTO: García seoane | aec