En un momento en el que los niños son usuarios preferentes de los laboratorios de pruebas PCR, en Viena están desarrollando unos test especiales con piruletas como alternativa a la toma de muestras nasal con bastoncillos que hacen que se le salten las lágrimas a muchos adultos y provocan auténticos berrinches en los pequeños. Y ya que todo apunta a que prácticamente todos los niños tendrán que someterse a las pruebas varias veces durante el curso, cuanto antes se encuentre una forma de que no resulte traumático, mejor. Y si se puede usar también con los mayores, no vamos a negarnos. FOTO: una pcr | aec