Recientemente, un artículo periodístico puso en tela de juicio la autenticidad de algunas de las obras de Luis Seoane que se expusieron en el museo Ramón María Aller de Lalín el año pasado en al muestra “Creacións Máxicas de medidas exactas. Maruja Mallo e Luís Seoane en Bos Aires. 1936-1965”. Esto motivó que ayer el Patronato de la Fundación Luis Seoane se reuniera de urgencia. La alcaldesa, Inés Rey, que encabeza el Patronato, anunció que se elaborará un inventario por menorizado de las obras del pintor y dibujante, para evitar que vuelvan a surgir dudas sobre la autenticidad de sus trabajos.

“A raíz das formacións publicadas estes días convoquei aos patróns para proponer a elaborar un catálogo razoado”, anunció Rey. De esta manera, considera que se garantizará que las “habituales diverxencias de criterio ou dúbidas sobre autoría das obras se minimicen no futuro”. Rey recalcó que la Fundación no participó de ningún modo en la exposición que se celebró en Lalín de ninguna manera, en la que se mostraban 26 obras del pintor de las que se cuestiona la autoría de 18.

Pero, como señaló la alcaldesa, “temos a obriga de velar polo bo nome da Fundación e polos obxectivos que ten que son a custodia da obra de Luis Seoane e a súa divulgación”. Por otro lado, Rey no quiso entrar en si se cometió o no un delito, pero reconoce que ya obraba en poder del Patronato un informe que denunciaba esa supuesta falsificación de las obras que se expusieron en Lalín.

Sin cualificación

Por su parte, el comisario de la exposición, el profesor Antón Castro, celebró la noticia de que se vaya a elaborar un catálogo razonado de la obra de Luis Seoane y aseguró estar muy tranquilo. “Eu sabía que ía pasar isto”, reconoce. El problema es doble: con respecto a Maruja Mallo, acusa a un marchante de arte de Madrid que maneja un catálogo de solo 140 obras de la pintora nonagenaria, y que denuncia a todos los que le atribuyen otras pinturas. En el caso de Luis Seoane, apunta a Xosé Díaz Arias, miembro del Patronato de la Fundación Luis Seoane, y de la de Bellas Artes, asegurando que de él salió la idea de elaborar un informe realizado por alguien del Patronato que no contaba con la cualificación.

“Fixeron o examen a través de fotos. Pero no reverso das obras hai sinaturas, datas e sellos”, dice Castro, que considera que algo bueno saldrá de esto: “Tanto Maruxa como Seoane espero que desde o ceo se alegren e digan: por fin me van a facer un catálogo e protexer a miña obra!”