Qué gran problema la electricidad

Este tema ha hecho fluir mucha tinta y lo seguirá haciendo por mucho tiempo. Todos los consumidores, por el simple hecho de serlo, son rehenes de las centrales energéticas y del gobierno de turno, que aplica lo más benevolente a las mismas y culpa al consumidor de todos los problemas heredados por ambos altos estamentos. 
En más de una ocasión abordando este asunto expliqué que el recibo energéticode la luz supone un gasto de consumo del 34 por ciento, a lo que se añaden otros cargos fijos que vienen a ser del 45 por ciento (27 por ciento por potencia y 18 por ciento por consumo), los cuales no debían estar ahí, pero lo están y se pagan debido a que los responsables así lo han resuelto y para completar el costo total están los impuestos que suman un 21 por ciento. 
La mayor subida energética la representan las solares y eólicas en su conjunto, por el coste de las primas y subvenciones establecidas, las mayores partidas se destinan a pagos de servicios de producción, transporte y comercio de la energía, que cada vez se hayan más alejados de sus costos y se reparten de forma caprichosa.
Sorprende que la tarifa eléctrica comercial a industrias esté por debajo de la media comunitaria, aunque no quiere decir que sea la más barata, pagando lo que según dicen lo que cuesta, aquí viene la pregunta del millón: ¿cuánto cuesta producir un Kwh? Hasta ahora nadie documentalmente lo ha demostrado, lo cierto es que en el reparto final el consumidor sale con pérdidas. ¿Es esto casualidad o intencionalidad?
Después de probar todo tipo de modelos de un tiempo a esta parte en la factura energética, hemos acabado, no sé cómo, aplicando uno novedoso por horas. Que tampoco gusta a nadie, pero se impuso, como todo lo demás en este problemático sector, que todo se repercute en el consumidor, sobre todo en la relación de una energía renovable producida por el viento en el que su rendimiento es discontinuo según la velocidad y fuerza del poderoso Eolo (dios del viento) siendo muy elevado el coste-rentabilidad, de ahí la sobreprima que se paga al respecto y que encarece el recibo de la luz.
Por lo tanto, tenemos un mercado ineficaz, siendo más relevante la presencia de una central eléctrica para subsanar aquellos problemas de suministro, pero el costo y servicios no dejan de aumentar pese a su escasa rentabilidad en el servicio eléctrico. Por tanto la nueva moda de la facturación por horas no servirá para ahorrar nada, ya que seguirán cobrando en el recibo de la luz lo que quieran, aunque ahora lo será cada hora y el consumidor no tendrá ningún tipo de derechos sobre la obligación de pagar los peajes del suministro propio de la corriente que consume, los pagos a Red Eléctrica Española, por servicios de transporte y distribución, así como las subvenciones insulares. Que no debían estar ahí. Pero están.

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