LAS CONSECUENCIAS DE LA CRISIS

Por mucho que repitan los políticos que el ciclo económico ya ha empezado a cambiar, la realidad no les da la razón. Una prueba evidente de que las familias siguen pasándolo muy mal es el menor número de encargos para Navidad que están recibiendo las placeras. Las reservas de marisco han descendido notablemente, pero, en cambio, ha crecido el número de clientes que a estas alturas de diciembre adquieren marisco y lo congelan para ahorrarse el recargo de los precios en las compras de última hora. La situación de las economías domesticas es el mejor reflejo de la de un país y por lo que se ve en los mercados de abastos coruñeses su estado no es la mejor, ya que ni siquiera hay capacidad suficiente para permitirse las habituales “alegrías” navideñas.-

LAS CONSECUENCIAS DE LA CRISIS

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