La medida

La Obertura de “Genoveva Op. 81” y la “Sinfonía Nº 4 Op. 120” de Robert Shumann, y el “Concierto para violín nº 3 Op. 81”, de Camille Saint-Saëns fueron las obras del programa que la Real Filharmonia de Galicia expuso en el Palacio de la Ópera, como programa de abono número doce de la temporada.
Somos de la opinión de que cada orquesta tiene su sonido, y que éste toma forma con el tiempo a través del trabajo de repertorios concretos que, a base de ser habituales, pasan a formar parte del fondo musical de cada grupo instrumental. Véase la Real Filharmonia: con una plantilla de tamaño medio, ha elegido sus repertorios en estos últimos años de forma inteligente, hasta alcanzar lo que ahora podría considerarse la mayoría de edad en temas relativos a aspectos derivados del sonido y sus características tímbricas. En este concierto constatamos cierto aumento de plantilla, debido a los refuerzos de los alumnos del “Curso de especialización orquestal”, y a alguna que otra ayuda más.  
El programa estuvo dirigido por Manuel Hernández-Silva y, no obstante, la Real, con un asentado estatus corporativo, mantuvo el pulso de forma precisa, casi automática en un sinfín de ocasiones que así lo requirieron, logrando superar ciertos escollos que, debido a las dificultades de las partituras y a la velocidad de la batuta -como en el último movimiento de la Sinfonía- se fueron presentando a lo largo de la actuación.
El Concierto de violín, interpretado por un espléndido Amaury Coeytaux, estuvo resuelto perfectamente. Es un violinista de alto nivel, como demostró a través de esta obra, bien desde el “Appassionato” en cuarta cuerda del comienzo, o en los momentos más delicados del “Andantino semplice”, que los bordó. Ante un público absolutamente volcado con él, interpretó Coeytaux el “Adagio BWV 1001” de la primera Sonata de violín, de Bach. Por concepto y sonido, probablemente, lo mejor de su actuación.
En la segunda parte, una buena versión de la Sinfonía cerró el concierto, quedando claro de Schumann es un compositor al que le tienen tomado el pulso.