La terapia que transformó a Duterte en un machirulo

Los últimos de Filipinas jamás hubiesen existido si el actual presidente del país, Rodrigo Duterte, fuese el cabecilla de la revolución. Todos los españoles que estuviesen en el archipiélago se habrían peleado por ser los primeros en volver a casa, pues el tal Duterte es un auténtico salvaje. A su lado Donald Trump, Jair Bolsonaro incluso Kim Jong un podrían pasar por candidatos a un premio Nobel. El político asiático ha desvelado un secreto de su pasado y medio mundo está todavía boquiabierto: “Era un poco gay, pero las mujeres hermosas me curaron”. Él, que siempre ha presumido de ser mujeriego y que es conocido por sus comentarios sexistas y misóginos, resulta que era un poco gay... Sugerencia inocente: que pruebe con otras mujeres, igual le curan su tara intelectual, que ese sí que es un problema grave. 

La terapia que transformó a Duterte en un machirulo

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