Encajando piezas

Menudo rompecabezas el que ha salido de estas últimas elecciones. Los resultados de este domingo confirman el cambio del panorama político español. Visto lo visto,  son muchos los que auguran una repetición de las elecciones a corto plazo ante la dificultad de formar un gobierno estable. Creo que este escenario sólo serviría para demostrar que nuestros políticos no se merecen estar ahí. Por no decir que tampoco me parece que fueran a cambiar mucho las cosas con unos nuevos comicios.
Lo que está claro es que quizás por primera vez en la historia de nuestra democracia el discurso es que todos han perdido. El PP, siendo el partido más votado, ha perdido 63 diputados. Haber lidiado con una situación económica muy complicada y la falta de resultados en sus políticas a corto plazo pueden explicar en parte esta sangría. Pero independientemente de los motivos, lo que está claro es que los populares se enfrentan a una crisis. No hay más que ver los resultados en Galicia, en donde a pesar de haber ganado han sacado menos diputados que la suma de PSOE y En Marea, un serio aviso de cara a las próximas elecciones autonómicas.
No le ha ido mejor al PSOE, que han vuelto a marcar un mínimo histórico con 90 escaños. Se ha hablado mucho de la barrera psicológica de los 100, pero también hay que decir que esa cifra solo tenía sentido en un panorama de bipartidismo que no es el que ahora hay. Se auguraban resultados peores pero aun así no hay para lanzar las campanas al vuelo. Los de Pedro Sánchez siguen siendo la segunda fuerza política del país, pero otros ya le pisan los talones. Y esos otros son los de Podemos. Tras verse muy por atrás en las primeras encuestas han remontado y finalmente han logrado hacerse con 69 diputados. Un resultado excelente pero que no les sirve para superar al PSOE y que se muestran insuficientes para garantizar un gobierno de izquierdas sin otros apoyos como el de los nacionalistas. 
Tampoco pueden estar muy contentos en Ciudadanos. De ser la gran promesa han pasado a quedarse cuartos con 40 escaños. Albert Rivera esperaba convertirse en la llave del nuevo gobierno, pero la campaña le ha pasado factura. Haberse centrado únicamente en la figura de Rivera ha supuesto un gran desgaste que no han sabido atajar. Sea como fuere nos esperan unos días en donde hablar de pactos va a ser el pan nuestro de cada día.

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