La sota de bastos no es licor café casero

UN bíceps que lucía un tatuaje con el lema “Amor de madre” era un bíceps español. Daba igual que fuese el de un presidiario, el de un marino o el de un soldado; era español. Su españolidad o españolía, que a saber qué era lo suyo, solo se podía comparar a la de la tortilla de patata, la del toro de Osborne o la de la sota de bastos. Pero la sota de bastos dio el salto de la baraja a los licores y se estrelló; se transformó en la imagen de una ginebra, pero tanto la etiqueta como el diseño de la botella era demasiado parecidos a los de Beefeater. Un juez ha condenado a los creadores por competencia desleal. Habrá que seguir apostando por el licor café casero. FOTO: un gin tonic | Pixabay

La sota de bastos no es licor café casero

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