ESTA claro que los bancos no tienen ningún tipo de problema para hacer que sus cuentas reluzcan más que el sol. Cada vez que pintan bastos suben las comisiones a sus clientes y asunto solucionado. Esta es la opción elegida por el Santander, que, a partir de febrero, impondrá una comisión de tres euros al mes por cada tarjeta de la entidad que se tenga. Hasta hace poco prometían cuentas sin comisiones y tarjetas gratuitas, ahora, llevarlas en la cartera va a ser una muestra de que uno es un potentado.