Los prepotentes del norte

Son los pases ricos de Europa que periódicamente arremeten contra los despilfarradores del sur, entre los que incluyen a España, a los que llaman PIGS –cerdos–, con grandes aires de desprecio.

Pues resulta que en esos países “virtuosos” también se cometen algunos “pecados sociales” que aquí casi serían imperdonables. El último ejemplo llega de Inglaterra, en donde su primer ministro acaba de pedir perdón por el mayor escándalo sanitario ocurrido en un hospital público del centro del país entre 2005 y 2009, unas negligencias que calificó de “verdaderamente espantosas”.

David Cameron compareció en la Cámara de los Comunes después de conocer las conclusiones de la investigación sobre el maltrato a los enfermos que no tuvieron las atenciones sanitarias adecuadas en ese hospital por el “plan de ahorro” del centro y la deficiente formación y escasa experiencia del personal, que incluso les negaba agua –algún paciente llegó a beber el agua de los jarrones de las flores– y alimentos. Impresiona saber que la dejadez llegaba a tal extremo que a veces las bandejas de la comida y de la cena las dejaban fuera del alcance de los pacientes postrados en las camas. Esta “negligencia espantosa”, que avergonzó al mandatario inglés, se tradujo en una alta tasa de mortalidad, más allá de las previsiones estadísticas, y parece que hay más hospitales con esa mala atención.

¿Se imaginan que esto ocurriera en un hospital gallego o español? Nuestra sanidad tiene problemas, muchos de los cuales derivan de los recortes impuestos por la crisis. Pero hasta ahora, en el sistema de salud nunca prevaleció el control del gasto por encima de las necesidades del paciente. Con toda la austeridad que soportamos, ningún enfermo ha dejado de ser atendido de sus dolencias de forma adecuada y, a pesar de los recortes, se mantiene lo esencial de la sanidad, que sobresale por contar con un personal sanitario –médicos, enfermeras y auxiliares– capacitado y responsable, que cada día da pruebas de una profesionalidad encomiable.

Desconozco si el influyente “Financial Times”, que tanto magnifica los desastres españoles, habrá dedicado algún editorial a este triste episodio de su propia sanidad. Pero si sus cronistas quieren conocer un servicio sanitario eficiente, desde este modesto diario les invitamos a visitar Galicia dónde podrán ver –y después publicar– como se trata a los enfermos en los hospitales de un país del sur que ellos consideran “derrochador y chapucero”.

Los prepotentes del norte

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