Al todavía ministro Montoro le ha enviado un recado el cineasta y escritor cántabro Manuel Gutierrez Aragón: “Al ministro Montoro le recomendaría que viera ‘Franco, ese hombre’ o ‘Raza’, películas a la altura de su sensibilidad cinematográfica”. También dijo Gutierrez Aragón: “Nada es igual tras el descrédito de la política”. Y es que el inefable Cristóbal Montoro cuando habla, la caga.
Este señor tiene de competente ministro de Hacienda lo que yo de mandarín chino. Días atrás difamó y coaccionó a los medios de comunicación críticos con Hacienda y atribuyó las informaciones críticas a que tienen “grandes deudas” con la Agencia Tributaria y sostuvo que van a su “despacho” a hablar de ello. Los medios se defendieron como gato panza arriba. Por ejemplo, “El Mundo” publicó en primera página un certificado de la Agencia Tributaria en el que se hacía constar, que ninguna de las 15 empresas de su grupo debe a Hacienda ni un céntimo de euro. Ya tenemos, pues, a un ministro con el culo al aire. Pero la bomba ya estaba lanzada y el escándalo tomaba forma a todos los niveles, hasta el punto de que algún medio salió a la calle con un editorial que llevaba por título “La inadmisible conducta de un ministro mendaz”.
Por menos, por mucho menos, cualquier jefe de Gobierno –Rajoy no, por supuesto– de un país civilizado (léase Francia, Inglaterra, Alemania) hubiera enviado al ministro mendaz a las galeras como penado culpable.
El tal Montoro anunció, por otra parte, a bombo y platillo que quiere endurecer los instrumentos contra las filtraciones. Pero nuestra paisana e ilustre periodista, Victoria Prego le contestó “ipso facto”: “No se puede consentir que sea él el primer filtrador del Reino y, encima, y por lo que a algunos se refiere, falso. Así no se puede ejercer una responsabilidad como la suya”.
Está claro que el escandaloso Montoro no es quien para anunciar en el Parlamento si los medios tienen o no deudas con Hacienda. El revuelo, el cabreo, la confusión, el meter a todos en el mismo saco, la falta de prudencia ya consustancial a este incompetente personaje, todo ello y mucho más hacen que sobre la Marca Rajoy y sobre la Marca España esté cayendo una montaña de basura que el ciudadano no merece y que ya se está cansando de soportar. Rajoy: ¿Será usted capaz de llegar a 2014 con ese cilicio en el culo?