Los pelos de punta

l Congreso ha ratificado la ampliación del estado de alarma y quién sabe si en los próximos días tendrá que volver a hacerlo. El confinamiento de los ciudadanos es una manera eficaz de intentar frenar la expansión del coronavirus. Pero hace falta más. Estos días pone los pelos de punta escuchar a médicos, enfermeras y personal sanitario, describir a la difícil situación a la que se enfrentan por falta de medios materiales aunque en estos últimos días, según ha anunciado el ministro de Sanidad, ya han comenzado a hacerse efectivas las compras de mascarillas y otros materiales.
Pero es evidente que además de los ciudadanos, el personal sanitario se esta jugando su propia salud para hacer frente al Covid-19 debido a la falta de previsión del Gobierno. La pandemia nos ha pillado sin materiales básicos como test suficientes para detectar si se padece o no el maldito Covid 19, sin mascarillas y guantes sin Unidades de Cuidados Intensivos suficientes, sin respiradores, y según comentan algunos profesionales sanitarios, también temen que empiece a escasear el oxigeno.
Esta situación critica lleva a que en los hospitales los médicos tengan que tomar decisiones ciertamente dramáticas porque se trata de la vida de los pacientes. Como no hay medios para todos se ven en la tesitura de decidir a que enfermo entuban y le ponen un respirador que pueda salvar su vida y que enfermo no. Así de cruel, así de terrible.
Saber esto pone los pelos de punta y produce auténtico terror en la ciudadanía. Porque la realidad es que se ha llegado a esta situación porque la falta de previsión del Gobierno ha supuesto que no hubiera disponibles test para hacer a todos los ciudadanos y que si se hubieran hecho desde el principio sin duda se podrían haber tomado medidas de aislamiento para los contagiados lo que hubiera salvado vidas. Al principio de esta crisis el Gobierno también obvio advertir a la ciudadanía de la malignidad del virus y oculto las advertencias de organismos europeos sobre la inconveniencia de celebrar actos públicos donde pudieran participar muchas personas. 
Pero a lo que vamos, en estos momentos las personas que hemos cumplido sesenta años nos preguntamos qué nos pasara en caso de que estemos infectados con el coronavirus y nos ingresen en un hospital. Nos dicen que en estas circunstancias por la falta de medios no se puede a luchar por la vida de TODOS los que estén contagiados del coronavirus, solo de quienes tengan más posibilidades de sobrevivir. O sea se dan por perdidas batallas que se deberían de dar porque toda vida merece ser salvada, sea la de un anciano de noventa años o la de un joven de treinta.
No sé a ustedes pero yo tiemblo al pensar que como ya he cumplido los sesenta en caso de que me afecte el coronavirus, Dios no lo quiera, nadie luchará por mi vida porque no hay suficientes médicos ni profesionales de la enfermería, y porque los medios materiales también escasean. Imagínese la angustia de quienes ya han entrado en la sesentena.No sé si los responsables políticos podrán dormir tranquilos sabiendo esto. Aunque ya sabemos que el Presidente Sánchez, dependiendo de las circunstancias, tiene un sueño de lo más profundo.

Los pelos de punta

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