Otros tiempos y otras carreteras


CUENTA la leyenda que las carreteras que conducían al pazo de Meirás parecían autopistas alemanas: asfalto de calidad, lisito, las líneas pintadas con escuadra y cartabón... y cuando se acercaba agosto y Franco estaba a punto de coger las vacaciones aún había mejoras. Los estudiantes de Ingeniería de Caminos babeaban. Un buen feixe de años después, un informe de RACE señala un tramo de la N-120 en Os Peares –el pueblo de Feijóo– como el segundo más peligroso del país. Mucho han cambiado –¡por suerte!– las maneras de gobernar, pero los paisanos del presidente de la Xunta seguro que no le hacían ascos a un poco de prevaricación viaria.

Otros tiempos y otras carreteras

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