¡VAMOS DE CACHAS!

La ministra de Empelo y Seguridad Social, la “hermanísima” Fátima Báñez nos envía otro “regalo” con el nuevo año y lanza una ofensiva de la Seguridad Social para recaudar más a través de las nóminas. Desde el 22 de diciembre, empresas y trabajadores cotizan por los pluses de comida, los seguros de salud o los planes de pensiones. En consecuencia, las aseguradoras alertan del deterioro que sufrirá su negocio. Se trata de incrementar la recaudación del ministerio de esta señora”.
Hay que decir que Empleo permite a las empresas regular esta cotización hasta el 31 de marzo. Insistimos: los emisores de vales de comida y las aseguradoras ya se lamentan del daño a sus negocios. Y preguntamos: ¿Cuánta masa salarial escapa a la cotización? Pues de momento, las dietas o el plus de locomoción, si se usa transporte público, siguen en parte exentas. Veamos ahora las cifras que esgrime y maneja la “bellísima” ministra en cuestión: 102.839 millones es la cantidad que la Seguridad Social prevé ingresar en 2014 por cotizaciones. 26,67 euros es el máximo diario exento de cotización para las dietas de manutención dentro de España sin pernoctar. 91,35 euros es el máximo diario exento de cotización para las dietas en el extranjero. Y me pregunto: ¿Son éstas las cifras que se aplica la ministra cuando viaja? Ja, ja, ja. Yo me “troncho”. Dicho en román paladino: la Tesorería de la Seguridad Social quiere ampliar las bases de cotización no solo por la vía del crecimiento del empleo, sino por la incorporación como conceptos cotizables de todas aquellas partidas que ahora no se consideran como tales: vales de comida, seguros médicos, pluses de movilidad, aportaciones a planes de pensiones y otros pagos en especie.
Creemos que no estaría de más una reflexión sobre dónde está el umbral del dolor que causa más daño a la creación de empleo que beneficio al sistema público de pensiones. La señora Báñez está contribuyendo a conseguir lo que hasta ahora no logró ningún Gobierno anterior: la destrucción paulatina de la clase media. Y como su recuerdo –el de esta señora– no perdurará por su belleza, sí lo hará por ser comparable al caballo de Atila: ¡Al carajo la hierba bajo sus pies