FRANCISCO DE SALES

Un año más, los periodistas festejamos el día de nuestro patrón, San Francisco de Sales, un santo de amplio espectro intelectual, un campeón de la Teología y un hombre versado en leyes, por cuyas venas corría sangre aristocrática y que, sin embargo, supo adaptarse al mundo de su tiempo y adelantarse a las técnicas rudimentarias de su época en materia de información y de expansión de los conocimientos. Contra las balbucientes herejías de su época llegó a distribuir por domicilios y hogares hojas voladeras defendiendo el catolicismo. Por ello es nuestro patrón.
La Asociación de la Prensa de La Coruña –cuyo timón rige Manolo González– ha organizado una comida de hermandad en el hotel Finisterre, que tendrá lugar mañana, a las 13.30 horas, que ya será una hora más tarde, a tenor de los saludos, fotografía de recuerdo, acomodos idóneos y reparto de distinciones.
En teoría contamos con unos 200 invitados, entre los que se cuentan –si es que asisten– el presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, ; el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, discreto y prudente; la delegada territorial de la Xunta en La Coruña, la siempre discreta Belén do Campo, hija de aquel inolvidable coruñés que fue en vida Gonzalo do Campo; el alcalde de La Coruña, Carlos Negreira, que en el calor amistoso de tanto periodista podrá olvidarse del fantasma de las imputaciones; la concejala de Empleo y Empresa, Luisa Cid, y –los últimos serán los primeros– el presidente de la Confederación de Empresarios de La Coruña, Antonio Fontenla, aguerrido futbolista en sus años jóvenes y hoy preocupado empresario y coruñés de pro. Además, otros dignos coruñeses, “cuyos nombres sentimos no recordar”
No es tiempo para la lírica, ni momento idóneo para los profesionales de la información, pero procuraremos echar pelillos a la mar. Que el docto Francisco de Sales nos proteja a todos. ¡Falta nos hace!.