LA SITUACIÓN DEL DEPORTIVO

El comunicado hecho público el viernes por 51 peñas es la prueba fehaciente de la fractura social que sufre el deportivismo. Un club no puede ser una organización monolítica en la que se contesta amén a todo lo que se plantea desde las alturas, pero Tino Fernández contaba con un apoyo muy amplio que se ha reducido muchísimo desde la tragedia del Manzanares. Restablecer la unidad no será fácil, pero es la tarea que con mayor urgencia debe afrontar el consejo de administración, puesto que si todas las fuerzas del deportivismo no se mueven en la misma dirección será imposible alcanzar el objetivo de la temporada, que no es otro que la permanencia en Primera. Perder la categoría supondría poco menos que la liquidación de la entidad, ya que se quedaría sin los recursos precisos para hacer frente a las obligaciones contraídas con Hacienda y con el resto de los acreedores. El diálogo es, por lo tanto, fundamental para tratar de recuperar la normalidad, reconociendo sus errores quienes los hayan cometido y comprometiéndose todas las partes a arrimar el hombro y tirar del equipo hacia arriba. Una vez concluida la temporada ya llegará el momento de exigir responsabilidades a quien corresponda, pero en estos momentos todo lo que suponga división y enfrentamiento solo sirve para debilitar las aspiraciones del equipo. 

LA SITUACIÓN DEL DEPORTIVO

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