ME MATAN SI NO RECORTO

Mientras escribo escucho a Rubén Domínguez que canta “Me matan si no trabajo, y si trabajo me matan. Siempre me matan, me matan, ay, siempre me matan” una canción pegadiza de cuya letra son autores Nicolás Guillén y Daniel Viglietti.

Traigo a colación el estribillo de esta canción a propósito de la encrucijada económica a la que ha llegado el Gobierno, que es de tal complejidad que desconcierta a sus miembros que no saben qué dirección tomar en la gobernanza del país.

Hasta ahora el ejecutivo fue un alumno que aplicó escrupulosamente las directrices de la Unión Europea , del Banco Central Europeo y del Fondo Monetario Internacional -en la práctica, Merkel y Sarcozy- para lograr el equilibrio presupuestario y en cien días aprobó un paquete de grandes reformas y ajustes para reducir el déficit en el porcentaje pactado y equilibrar las cuentas. Pero para los mercados que nos prestan los dineros que tienen una voracidad insaciable, esto no es suficiente y exigen “más madera”, medidas más duras que el mismo Gobierno se presta a tomar en contra de sus promesas y programa electoral, como ocurrió la semana pasada con el nuevo ajuste de 10.000 millones en Sanidad y Educación.

No hace falta ser un experto en economía para llegar a la conclusión que las reformas y ajustes con el marco de referencia de los Presupuestos restrictivos pueden lograr el objetivo de reducir el déficit, pero no solo no estimulan el crecimiento sino que estrangulan la economía, apuntalan la recesión y generan más paro. Y esos mismos mercados que exigían los recortes que les entregó el Gobierno, castigan de forma inmisericorde la falta de expectativas de crecimiento.

Un círculo perverso “diseñado” desde fuera del que nadie sabe como salir. Parafraseando la canción, “me matan si no recorto y si recorto me matan” porque esos recortes no estimulan el crecimiento de la economía. Haga lo que haga el Gobierno, “siempre me matan, me matan” y pende la amenaza de una intervención oficial -en la práctica ya nos gobiernan desde fuera- que se produciría si la situación obliga a pedir el rescate.

¿Qué más podemos hacer? ¿Se puede seguir apretando la tuerca con más recortes sin riesgo de que rompa el tornillo de la paciencia ciudadana?. Alguien debería dejar un aviso en las sedes de la troika: navegamos por el proceloso mar de la crisis y vamos todos en el mismo barco.

De modo que si no ayudan a cortar la vía de agua que ahora amenaza con ahogar a España puede hundirse la nave europea. Con todo el pasaje y la tripulación.

ME MATAN SI NO RECORTO

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