La gran desconocida

Esta semana Terapia Ocupacional celebró sus veinte años de estudios en A Coruña y como portavoz del grupo municipal de Ciudadanos tuve el honor de participar en el acto de Aniversario. Un acto en el que les transmití la enhorabuena por estas dos décadas de existencia en las que se ha llevado a cabo un productivo y excelente trabajo con el que han logrado pasar de ser diplomatura a grado, gracias al que han sido los primeros en conseguir adaptarse a Bolonia en la UDC y gracias a un trabajo que los ha colocado en los primeros puestos del ránking de “El Mundo” de universidades.  

Pero con todos estos logros y después de tantos años, queda aún mucho por hacer y desde luego que hace falta mucha más implicación desde las administraciones públicas. Tras estos 20 años, en los que han pasado por estos estudios casi 1.000 alumnos, sigue siendo la gran desconocida. El pasado 27 de octubre se celebró el Día Mundial de la Terapia Ocupacional, fecha elegida desde 2010 para aumentar la visibilidad de esta profesión y difundir la tarea de estas personas que mucho ayudan pero poco se conocen.

Me han contado de primera mano que los terapeutas ocupacionales son unos profesionales sanitarios fundamentales en el proceso de rehabilitación de un paciente, como mínimo tan importantes como los fisioterapeutas. Por lo tanto su presencia es fundamental en los hospitales, específicamente en los Servicios de Medicina Física y Rehabilitación.

El trabajo que realizan es muy variado e importante en el proceso de rehabilitación de los pacientes con cualquier tipo de afectación, ya sean problemas neurológicos (ictus, párkinson, lesión medular...), del sistema músculo-esquelético (fracturas de miembro superior, postquirúrgicos, cualquier proceso reumático...), patología en la población infantil (parálisis cerebral infantil, trastornos del espectro del autismo, retrasos en el desarrollo psicomotor y en cualquier síndrome...).

Su labor abarca aspectos tan importantes como son el adecuado posicionamiento en las sillas de ruedas, los cambios posturales de la cama a la silla de ruedas y viceversa, facilitar y favorecer el acceso al ordenador/tablet/móviles a personas con limitaciones físicas, pero sobre todo buscando la máxima autonomía e independencia en las actividades básicas de la vida diaria que fundamentalmente son: vestirse-asearse-comer y manejarse en su domicilio de la manera más independiente posible con el uso de las diversas ayudas técnicas que aconsejan, elaboran y adiestran en su uso. Con estos argumentos, no nos queda más remedio que reclamar a los equipos directivos de nuestros hospitales del Sergas que contraten a más terapeutas ocupacionales.

Y al Concello que siga apoyando más proyectos como el de la joven Sara González, que puso fin a su carrera en Terapia Ocupacional con la elaboración de una guía en la que comprueba el nivel de accesibilidad de los parques infantiles para personas con diversidad funcional o problemas de movilidad. Pudimos leer esta semana en la prensa que el Gobierno local ya ha manifestado su compromiso para completar la guía de la joven y hacer que los parques infantiles de la ciudad sean más accesibles.

La gran desconocida

Te puede interesar