El botellón más exclusivo


RESULTA que al mastodóntico presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, el único gordo de su país, le sienta tan mal el alcohol como a una persona normal. Se supone que para emborracharse tiene que beber litros y litros, pero al final acaba peneque como cualquiera. Y esos exclusivos botellones le llevan a protagonizar situaciones tan esperpénticas como citar en el palacio presidencial a los más altos jefes del Ejército para echarles en cara que no hayan sido capaces de hacer un satélite militar y castigarlos a pasar la noche en vela escribiendo todo lo que habían hecho mal. El, por supuesto, se fue a dormir y a la mañana siguiente no sabía qué hacían allí los generales... Beber en ayunas no sienta bien, pero para pensar que el amado líder está alguna vez en ayunas hay que tener mucha imaginación.

El botellón más exclusivo

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