La verdad es que los niños se están convirtiendo en los chivos expiatorios de esta pandemia que sufrimos. Primero fueron las autoridades sanitarias las que, sin el más mínimo pudor o recato, los acusaron de ser unos propagadores del virus, como si lo hicieran aposta y ellos fueran los responsables finales de lo que estamos pasando. Ahora llegan otros expertos, en esta ocasión los informáticos, y aseguran que la oleada de ciberataques que estamos padeciendo se debe, en buena medida, a los niños, ya que su falta de pericia a la hora de navegar por las redes los convierte en víctimas propiciatorias de cuanto hacker sin escrúpulos haya en esos momentos en internet. Vamos, que son los responsables de virus reales y virtuales.