Cagada monumental

Reconozco que lo sucedido con la selección española que vive estos días en Rusia para hacer frente a un nuevo Mundial me parece vergonzoso. Siempre pensé que este tipo de espectáculos circenses ocurrían en países del Tercer Mundo. Pero estaba equivocado. Visto lo visto, no es el momento más adecuado para enfrentarse hoy a Portugal. Sin embargo, que somos capaces de derrotar a los portugueses, nadie se acordará del ya exseleccionador. Lo ocurrido entre el Madrid y la Federación con Lopetegui como triste protagonista me parece una cagada monumental. Se salta todas las normas de respeto y educación entre clubes, técnicos y jugadores y hay que valorarlo como una burla y una humillación hacia el fútbol español. 
El comunicado del Madrid anunciando el fichaje del técnico a dos días para el comienzo del Mundial, ha desembocado en un terremoto de reproches entre unos y otros. Resulta censurable y desestabilizadora la actitud del club merengue y su presidente, ya que da la impresión de importarle un pimiento la selección y el Mundial. Pero no debemos olvidar que el fútbol es un negocio que gira alrededor del dinero, que muchas veces procede de fuentes más que cuestionables.
Sería imposible poder gestionar que Lopetegui fuese seleccionador y a la vez entrenador del Madrid. Si esto lo hace el Barcelona, Díos mío, lo que se estaría diciendo ahora de los catalanes. Se habla de deslealtad, de lucha de egos, y de colocar al club blanco por delante del país. Lo que está claro es que el técnico ha reventado la selección por resolver un problema del banquillo a su nuevo equipo. Y nadie se lo va a perdonar. 
Y hablando de Lopetegui, según informa El Confidencial, compaginará su nómina en el Madrid con una pensión vitalicia de invalidez que cobra ya desde 2002 por valor de 1.980 euros a cuenta de la Seguridad Social por retirarse lesionado en su época de guardameta del Rayo Vallecano. Esta prestación, que percibirá hasta su jubilación, es compatible con su sueldo. Como dice el refrán, “Por dinero baila el perro”. No salgo de mi asombro.

Cagada monumental

Te puede interesar