la guerra de Vietnam es algo que todavía no se ha superado del todo por los norteamericanos. Alrededor de 58.000 jóvenes perdieron la vida en esa contienda, que le costó la presidencia a Lyndon B. Johnson, el presidente que llegó a la Casa Blanca a la sombra del asesinato de Kennedy. Y, ahora, el coronavirus ha provocado ya la muerte de alrededor de 60.000 norteamericanos mientras el nuevo inquilino del despacho oval lo mismo aconseja inyectarse lejía que manda a su vicepresidente a visitar a infectados de Covid-19 en un hospital sin guantes ni mascarilla. Hasta es posible que el coronavirus traiga algo bueno y borre al botarate de Trump de nuestras vidas de una vez.