La familia del niño desaparecido el pasado lunes en el barrio madrileño de Vicálvaro no quiere “señalar a nadie” como sospechoso, aunque insisten en que el menor nunca se había ido antes de casa y el único problema que habían tenido últimamente fue una discusión con otras familias en el parque.
Gabriel, de doce años y nacionalidad rumana, salió a jugar al parque que hay frente a su casa el pasado lunes sobre las 16.30 horas y no volvió, por lo que sus padres interpusieron una denuncia esa misma noche y desde entonces han colgado carteles por el barrio y por otras zonas de Madrid con la foto del menor y varios teléfonos de contacto.
El padre de Gabriel, Ginel Vidrascu, explicó que el menor es “bueno”, nunca había desaparecido antes y no suele salir solo, excepto al parque, sin que sepan qué le ha podido ocurrir.
No obstante dijo que unos días antes de la desaparición, el jueves anterior, unos niños “pegaron” a Gabriel en el parque, por lo que él salió “para preguntarles por qué le habían pegado”, lo que motivó que un hombre, que supone que es el padre de uno de los menores implicados, le insultase y le persiguiese hasta el domicilio.
“Soltaron unos perros muy grandes en nuestro portal y tuvo que venir la Policía”, relató. Así, incidió en que están contando este altercado “porque es lo que ha pasado”.
La prima del menor desaparecido, Mihaela, especificó que aquel día, tras la discusión en el parque, acudieron a la casa familiar de Gabriel “casi cien personas con perros y bates de béisbol”, que no se fueron hasta que los vecinos llamaron a la Policía.
“No decimos que sean ellos, pero nos parece raro lo ocurrido”, dijo Mihaela. n