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jueves | 18 abril | 2024
El líder de los socialistas y candidato a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, desembarccó en el quinto día de campaña en Ourense, una provincia feudo del PP que lleva 30 años gobernada por la familia Baltar y en cuya capital saludó a los vecinos e incluso firmó algún ejemplar de su libro “Manual de resistencia”.
En su visita y antes de participar en una comida con unos 500 militantes socialistas, Sánchez aprovechó para realizar un paseo electoral por las calles de la ciudad acompañado por el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero. La primera parada de su recorrido fue la famosa fuente de As Burgas, un manantial del que sale agua a una temperatura de más de 60 grados. “¡Quema!”, exclamó el presidente al tocar el agua hirviendo que emana de ella. “En gallego se dice “queima”, le replicó el secretario xeral de PSdeG, Gonzalo Caballero.
Tras este paseo, y durante el mitin-comida, el presidente del Gobierno prometió que, si sale triunfante de las elecciones generales del próximo 28 de abril, “los próximos cuatro años van a ser de política social”. “El progreso, o es de todos, o no es de nadie”, sostuvo Sánchez.
Tras dejar Ourense, el líder socialista puso rumbo a Vigo, donde pidió un “reproche” en las urnas a PP y Ciudadanos por no haber sido “valientes” y no haber rebatido con argumentos las posiciones más extremas de la “ultraderecha” de Vox. “Que no hayan tenido principios para decir a la ultraderecha, ¡por ahí no!”, censuró. En un mitin ante unas 2.000 personas, según datos de la organización (incluidas unas 400 que lo han seguido por una pantalla desde el exterior del Auditorio Mar de Vigo al haberse completado el aforo), Sánchez señaló que cuando escucha a la derecha “que quiere reconquistar España”, él responde: “Nosotros, la esperanza, la ilusión y el futuro de los españoles”.
Frontera
Al igual que hizo horas antes desde Ourense, Sánchez también quiso advertir de que el próximo 28 de abril “la frontera entre avanzar o retroceder” puede ser de “un voto” y recordó lo ocurrido en Finlandia, donde las encuestas empezaron situando a la ultraderecha en quinto o cuarto lugar, y acabó segunda, a tan solo 6.000 votos de distancia de los socialdemocrátas.
En el mismo sentido se situó el líder de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero, que apeló a “no confiarse” de cara a los comicios y avisó de que, aunque las cosas “van bien”, “por un voto” se “deciden unas elecciones”. “Y si no queremos, por un voto el 28 de abril, tener un susto de que del que nos arrepintamos, tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos”, manifestó.
Además, tras denunciar los “recortes” efectuados por Feijóo a los servicios públicos durante su década al frente de la Xunta, Caballero consideró que la mejor manera de decir al líder del PP que los gallegos “no quieren sus recortes” es “votar a Sánchez”.
Y es que, conforme señaló, el Ejecutivo socialista hizo más en “10 meses” por Galicia que el gobierno del PP en siete años y mostró su satisfacción por el hecho de que el PSOE esté en “posición de ser primera fuerza”. Además, el líder de los socialistas gallegos erigió el voto al Partido Socialista en el único “útil” en las próximas elecciones para construir un “muro de contención” contra la derecha y la ultraderecha.
“Aquellos votantes que votaron en otras ocasiones al PP y a Ciudadanos creyendo que votaban a una fuerza moderada ya saben que no lo van a hacer”, manifestó en un mitin en el que también estuvo el alcalde vigués –su tío, y también aspirante a la reelección–, Abel Caballero.
