“El jazz es una conversación entre amigos”

El Ideal Gallego-2011-04-28-013-98317f81

  Reportaje de marta garcía márquez

fundación barrié concierto de ravi coltrane

Ravi Coltrane duda si fue en España o Portugal su último concierto en la península pero tiene claro que, en esto del jazz, cada uno tiene que hacer su propia música y la de nadie más. En su caso, el hecho de ser hijo del legendario saxofonista John Coltrane y de la pianista Alice Coltrane desvía la atención del oído que escucha, sí, pero con el apellido golpeando su memoria. Si algo aprendió Coltrane junior de sus padres es que los dos eran ellos mismos y por eso escribieron distintas páginas para la historia.
Así es como el saxofonista demostrará esta noche que el jazz no deja de ser “una conversación entre amigos”, en concreto, entre el público y el propio estilo. Sin embargo, el músico nunca le ha dado la espalda a sus progenitores. Ellos le han influenciado en todos los sentidos, sobre todo, en el emocional porque la vieja escuela de la que formaron parte eleva el espíritu, “anima”.
Son ejemplos que hicieron lo mismo que Coltrane con su vida. La modelaron. Hoy el artista afina su saxo para dispensar al mismo oído que tiene un árbol genealógico en la cabeza un repertorio que todavía desconoce: “Habrá música de Thelonius Monk, de mi padre... para mi todo es lo mismo, todo es jazz. Toda la música es importante. No hago distinciones entre músicos”. Y Ravi Coltrane llega a España encantado de mimetizarse en la butaca, que es “enérgica”.
Confiesa que no tiene mucha idea de los ritmos que mueven a esta parte del mundo, por lo que pide consejo porque “cuando me meto en mi propia música, me olvido del resto”.
El caso es que la cita de esta tarde en el auditorio de la Barrié será doble ración de caviar a las ocho y media y a las nueve y media, un concierto que cogerá de aquí y de allá, antes de meterse en el estudio a grabar lo que será su próximo proyecto, que tiene pensado publicar este año con los músicos que le acompañan en la gira.

Recibimiento > Coltrane se sorprendía ayer del encuentro con la prensa. Decía no estar acostumbrado a la expectación: “Normalmente das un concierto y te vas” pero el hecho de ser esperado con micros y libreta, aseguraba, es un plus. Coltrane se presentaba en la Fundación Barrié como músico, dueño de una discográfica, administrador de la herencia de sus padres y, a su vez, padre de dos niños pequeños.
En este aspecto, comentaba que gestionar el legado paterno era bastante complicado. Además de los derechos de autor, están los publicistas que eligen una de sus canciones para su spot, un archivo histórico por poner al día y una casa que el estado de Nueva York quiere convertir en museo: “Siempre hay trabajo”, sentenciaba.
De esta forma, el saxofonista compagina su trayectoria con la edición de álbumes con temas inéditos de sus progenitores. En este sentido, Coltrane anunciaba que saldrá en otoño un directo que el gran John Coltrane ofreció en 1966, en Philadelphia, con el adolescente Michael Brecker sentado en la butaca.
Contaba el artista que fue la única vez que el músico lo vio en concierto pero fue suficiente para convencerle de que su intuición era buena. El jazz se convertiría  más tarde en un traje a media para Brecker.
Por su parte, el pequeño Coltrane ofrecerá dos repertorios en función de la temperatura que se respire en la Barrié.


 

“El jazz es una conversación entre amigos”

Te puede interesar