El albergue de Padre Rubinos acogió a un 11% más de personas que durante 2010

El albergue de Padre Rubinos acogió a un 11% más de personas que durante 2010
La mayoría de los usuarios del albergue son indigentes pero cambia algo el perfil patricia g. fraga

  El termómetro de las organizaciones benéficas de la ciudad vuelve a avisar de que algo falla. Un total de 5.232 personas utilizaron alguno de los servicios del albergue de transeúntes de la institución benéfico-social Padre Rubinos durante 2011, lo que supone un 11% más de usuarios que en el ejercicio anterior. Según la memoria de actividades de la organización, los gastos –sumando también los de la residencia de mayores y la escuela infantil– no se quedaron lejos de los dos millones (1.812.841 euros).

En 2010 los voluntarios del albergue de indigentes de Padre Rubinos atendieron a 4.700 personas. Un año después esa cifra se elevó a 5.232 usuarios. El ritmo de crecimiento se situó en un 11%, pero el capítulo de gastos se multiplicó a un ritmo mayor por los apuros que pasan cientos de familias coruñesas. Mientras las personas atendidas son un 11% más, el dinero gastado supuso un 18% más de lo que hubo que abonar el año anterior –también se ingresó algo más–, porque hay que sumar los presupuestos correspondientes a la escuela infantil y a la residencia de ancianos que gestiona la entidad.

La sala de dormitorios perdió peso en favor del calor-café, donde se ofrecen bebidas calientes

 

Además, a medida que avanza la crisis los datos hacen ver que el perfil de personas atendidas ya no es tan homogéneo. Por ejemplo el uso de los dormitorios para pasar la noche en el albergue, servicio que normalmente utilizan los sintecho, disminuyó en más de 4.000 usos –los atendidos suelen dormir varios días en el local– mientras gana peso el calor-café, una sala con sillones reclinables en la que se ofrecen bebidas calientes para paliar los efectos del frío.

La memoria del año pasado también incluye una serie de servicios que no se contemplaban en el informe relativo a 2010 como los gabinetes de atención jurídica (24 atenciones), psicológico (233 pacientes) o a las familias (290) y el grupo de inserción (17 usuarios). Las ayudas particulares o de grandes benefactores siguen sosteniendo gran parte de esta labor social, que quizá es una de las que más se le reconocen a Padre Rubinos, si bien un buen pellizco del presupuesto va a parar al complejo residencial para ancianos.

 

Residentes autónomos > El edificio destinado a vivienda de mayores dispone de 72 plazas ocupadas fundamentalmente por “personas válidas o con una dependencia leve, mujeres y con una edad media de 86 años”.

Según el informe de Padre Rubinos, uno de los objetivos fundamentales de este edificio es “fomentar durante el mayor tiempo posible la autonomía funcional de los usuarios”, por lo que los empleados trabajan con los residentes en numerosos talleres y actividades que los mantienen activos durante todo el día.

La institución también repasa la situación en la que se encuentra la Escuela Infantil, que actualmente dispone de tres aulas.

El albergue de Padre Rubinos acogió a un 11% más de personas que durante 2010

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