El próximo día 27 se conocerá el resultado de la subasta de las tres parcelas de la Maestranza que pertenecen a Defensa. El Ministerio espera llevarse casi 25 millones de euros con esta operación que afecta a parcelas de 3.358, 1897 y 2.924 metros cuadrados que se encuentran frente a la Hípica y que habían sido utilizados durante años por los vecinos de la zona como aparcamiento irregular. Si no lo consigue, siempre podrá subastar más terrenos, porque Defensa es propietaria del 42% de la Ciudad Vieja, según los datos que se extraen del Sistema de Información Geográfica de Parcelas (Sigpac). Y se trata de estimaciones a la baja.
No es algo extraño: durante siglos, A Coruña ha acogido la sede del Gobierno militar y de la Capitanía, y el Ejército ha sido parte integrante de su vida diaria. Solo el palacio de la Capitanía ocupa una superficie de 2.444 metros cuadrados, a o que hay que añadir los 3.198 de sus jardines (que cuentan con chalets). Entre las propiedades más grande se encuentra el cuartel de As Atochas, y los terrenos sobre los que se levanta la Hípica  (24.200 metros cuadrados). La Comandancia de obras, la antigua Casa de la moneda y la Residencia militar completan la cartera inmobiliaria de Defensa en el centro histórico. 
Por eso al presiente de la asociación de vecinos de la Ciudad Vieja, Pedro Fernández Roque, se muestra preocupado por la subasta, que considera una muestra de insensibilidad de Defensa hacia los vecinos. “Pueden hacer esto por un convenio que firmaron hace más de treinta años con Paco Vázquez, que permitió el cambio de uso de terrenos que hasta entonces solo tenían funciones militares”. Para Roque,  los tiempos han cambiado, las Fuerzas Armadas también, y no considera justo que se aprovechen de unas parcelas que en el fondo, son terreno público: “El espacio que no sea de uso militar debería ser cedido al Ayuntamiento, para que puedan disfrutarlo los vecinos”. 
Por eso tanto la asociación se ha unido a la Comisión en Defensa de los terrenos de A Maestranza, una plataforma que trata de evitar que se vendan las parcelas al mejor postor. El Ayuntamiento también se ha mostrado en contra, pero el alcalde, Xulio Ferreiro, ha mantenido siempre que, aunque está interesados en adquirir esos tres solares, no pueden pagar los precios que exige Defensa. Así que su esperanza estriba en que la subasta se quede desierta para que el Ministerio se avenga a negociar.