El pintor Fernando Prieto regresa para detener el tiempo en la galería Xerión

El pintor Fernando Prieto regresa para detener el tiempo en la galería Xerión
el autor presentaba en 2010 una exposición en el kiosco alfonso

El artista Fernando Prieto vuelve a parar el tiempo en una nueva entrega que descubrirá el jueves a las 20.00 horas en la galería Xerión. Lo hará a través de objetos que caen y miradas perdidas. O camisones que son, en realidad, un canto a la mujer. Porque su arte se disfraza. Se pone la careta de realista para ser surrealista en el lienzo. Una vez que las cosas se alían con una idea y simbolizan la vida. A la que Fernando le gustaría detener para coger solo de ella los mejores momentos.

En la muestra se darán cita 35 composiciones donde el pincel se presenta cada vez más osado. Y se introduce en nuevos universos. Distintos a los anteriores. Pero sin aparcar la idea de reloj que no se para y avanza veloz. En manzanas suspendidas en el aire. Es así como Prieto desafía a las leyes de la física y el curioso reformula lo aprendido en el colegio. Sobre la gravedad y la inercia de los cuerpos.

eL ARTISTA CORUÑÉS EXPLICA QUE                 LA PINTURA ES PARA ÉL COMO UN VENENO               QUE TIENE METIDO DENTRO

Xerión será con el pintor coruñés un conjunto de sensaciones. Porque los objetos hablan y dicen cosas. A veces asociadas al amor y otras al desamor. Dice Fernando que eso ya es tarea del espectador: “Me gusta que los cuadros te hagan pensar un poco”. Para descifrar la intención y “reflexionar sobre los distintos aspectos de la vida”. Que no llenen solamente, apunta.

Prieto cuenta que la nueva etapa tiene el plus de haber sido creada justo después de sufrir un accidente en el mes de mayo. Entonces se dio cuenta más que nunca de que necesitaba pintar. Y no tardó en volverse a enfrentar al lienzo en blanco: “Es como un veneno que tengo ahí metido”. Para pasar el realismo por el cerebro del autor y barnizarlo de surreal. Igual que la última composición. Donde una mano atrapa una manzana.

Porque en el arte de Fernando los brazos salen de telones oscuros. Se abrazan a perchas y concentran tensión. En mediano formato. Y alguna excepción de grandes dimensiones. Dice el autor que algunas ya se pudieron ver en el Kiosco Alfonso porque ocurre que el artista también se repite. Sin embargo, para la ocasión Fernando quiso meter su cabeza en el programa de centrifugado. El resultado son nuevos escenarios. Para que el otro piense y se asocie a emociones.

Hasta el 8 de marzo, los coruñeses tienen una cita con un estilo muy singular. Que se abraza al hiperrealismo en un primer impacto y avanza por los terrenos de los sueños. Hasta derivar en interpretaciones personales. Que es cuando alcanza un sentido.

El pintor regresa a la escena después del susto y en un año en el que intercambió ideas con pintores de Chile y Argentina. Donde se hizo con las últimas tendencias del arte latinoamericano. Para seguir creciendo entre objetos bañados de una luz que los convierte en importantes.

 

El pintor Fernando Prieto regresa para detener el tiempo en la galería Xerión

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