Es la opinión de los "mineros jubilados" del municipio que, en las últimas horas y entre lágrimas, recuerdan a los miles de "compañeros que ha quedado en el camino" y que "hoy se sentirían tremendamente orgullosos y felices".
"Por fin se reconoce toda una vida dedicada a trabajar en Mayasa por miles de mineros humildes", ha dicho a Efe Adolfo Mosqueda, minero y miembro de la Masa Coral de Almadén.
Mosqueda, a sus 86 años, recuerda sus comienzos en "la mina" como zafrero, mecánico o entibador hasta jubilarse y convertirse "en una fuente de información de la vida minera de Almadén" a través de sus maquetas y relatos.
"Los mineros de Almadén perdurarán para la eternidad", afirma el nieto e hijo de minero Luis Miguel Montes, que anoche no dudó en "festejar" el título otorgado a Almadén junto a los miembros de la Asociación "Alarife" del municipio.
En las últimas horas los vecinos no hablan de otra cosa, sonríen y disfrutan de un reconocimiento, "totalmente merecido" y que esperan que propicie un "cambio de rumbo" en la crisis estructural que ha vivido la localidad, que en los últimos 25 ha perdido más de la mitad de su población como consecuencia del paulatino cierre de su actividad minera.
Los mineros no ocultan el orgullo de todo un pueblo que "nunca olvidó sus señas de identidad minera" y hoy solo hablan de que la historia les "devuelve al lugar más alto de reconocimiento, respeto y dignidad" que les corresponde en el mundo.
Almadén se siente, como siempre, "orgulloso de su mercurio", de sus gentes y de sus antepasados mineros por eso hoy a vuelto a sonar la "becerra" que si antaño alertaba de accidentes laborales en "la mina" hoy sonó para celebrar que Almadén es Patrimonio Mundial.