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El candidato del Partido Popular, Manuel Rivas Caridad, atribuyó ayer a la falta de alternancia en los gobiernos del área el hecho de que el debate sobre el espacio metropolitano esté en estos momentos lastrado.
Los principales responsables, por tanto, son para Rivas municipios como A Coruña, Cambre, Culleredo y Oleiros, que llevan desde principios de los años 80 gobernados por las mismas fuerzas políticas.
En este sentido, el cabeza de lista del PP en Cambre sostiene que para la construcción del área metropolitana todos los ayuntamientos van a tener que ceder cuotas de poder, pero cuando las mismas personas llevan 30 años gobernando es muy difícil pedirles que renuncien a cosas.
Por ello, insistió, éste es el único motivo por el que en los últimos años no se avanzó nada respecto al debate que gira en torno al futuro del área metropolitana.
Rivas Caridad es además de la opinión de que a este debate no se le está prestando la atención debida por parte del resto de fuerzas políticas. No así desde el Partido Popular, ya que, como recordó, se han hecho ya varias propuestas, como la construcción de aparcamientos disuasorios o un carril bici metropolitano.
Se trata, el del área, de un debate que, a juicio del candidato popular, deben afrontar todos aquellos que resulten vencedores de las elecciones del día 22, por lo que reclamó más presencia de este tema en la campaña.
Bienestar > En cuanto al programa electoral que Rivas Caridad desarrollaría en caso de ganar los comicios, éste se refirió a que el único límite que se deben poner es el bienestar de los ciudadanos. Para lograrlo, dijo, plantea elaborar un estudio pormenorizado de todas las competencias que tienen los municipios de la comarca y a partir de ahí decidir cuál es la solución más beneficiosa para los vecinos.
Asimismo, el cabeza de lista del PP es consciente de que no debe excluirse ninguna posibilidad en el debate del futuro del área, especialmente en la situación de crisis que vive el país. De este modo, aludió al ahorro como medida más importante, por lo que abogó por gestionar aquellos servicios que, de un modo conjunto, salgan más baratos que desarrollándolos de forma particular en cada ayuntamiento.
No obstante, sí matizó que no todo se puede guiar por el motivo económico. Así, se refirió a los servicios sociales. En ningún caso la construcción del área puede suponer una merma del bienestar de los vecinos ya que, añadió, al haber municipios grandes, no se puede plantear alejar a los ciudadanos de determinadas cosas.