Bolas chinas terapéuticas: ¿funcionan realmente?

Bolas chinas terapéuticas: ¿funcionan realmente?
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También conocidas como bolas ginecológicas o bolas geisha, las bolas chinas se han convertido en el accesorio perfecto para combatir los problemas de suelo pélvico que sufren millones de mujeres en todo el mundo. En tiendas como RedLights.es, una tienda erótica líder en ventas en España, alertan de la necesidad de dejar "las vergüenzas" a un lado y de informarse acerca de cómo usar correctamente las bolas chinas para evitar problemas de suelo pélvico, más comunes de lo que se piensa, sobre todo tras un embarazo y parto vaginal.

En RedLights.es, así como en otras tiendas eróticas, es posible comprar bolas chinas de diferentes tamaños y materiales con el objetivo de tonificar el suelo pélvico. La clave está, según nos confirman, en saber elegirlas y en saber utilizarlas. Sin embargo, añaden que existe mucha desinformación sobre los beneficios de las bolas chinas, así como la creencia de que se trata únicamente de un artículo de placer o la vergüenza de entrar a un sex shop a adquirirlas lleva a muchas mujeres a sufrir los problemas de suelo pélvico en silencio, algo muy peligrosos para su salud y su bienestar mental a largo plazo.

Beneficios de utilizar bolas chinas

Un dispositivo terapéutico, así es como los médicos ginecólogos definen las bolas chinas a la hora de prevenir y tratar problemas en los músculos del suelo pélvico. Muchos deportes, un accidente, así como un embarazo o un parto vaginal, pueden conllevar problemas en esta musculatura que se debilita con facilidad. La solución pasa necesariamente por la realización de los famosos ejercicios de Kegel o ejercicios de suelo pélvico.

Sexólogos, ginecólogos y fisioterapeutas están de acuerdo en los beneficios de las bolas chinas para afrontar este problema que puede derivar en disfunciones relacionadas con incontinencia urinaria o prolapsos, algo totalmente negativo para la vida diaria de cualquier persona.

Cómo elegirlas correctamente

Con apenas un uso diario de media hora es suficiente. Así lo confirman los expertos que afirman que ya no resulta necesario pasar por quirófano en la gran mayoría de casos. Con una correcta utilización de las bolas chinas es posible prevenir un debilitamiento de suelo pélvico, e incluso eliminarlo mediante la tonificación.

Pero no solo es necesario saber sus beneficios o cómo colocarlas, sino que resulta necesario saber qué tipo de bolas chinas existen y cuál es mejor para cada tipo de disfunción o problema. Básicamente, se pueden distinguir unas de otras en base al número de bolas del accesorio, el tamaño, el peso y el material.

En relación al tamaño, se pueden comprar bolas chinas, únicas, dobles o triples. Lo ideal es comenzar con un kit de bolas únicas, que suele incluir bolas dobles para ir aumentando peso y número de bolas introducdas en la vagina de forma progresiva.

Lo mismo sucede con el peso. No conviene comenzar con bolas chinas muy pesadas que pueden influir negativamente en la motivación de la persona que las portará, así como en su grado de frustración al ver que no es capaz de llevarlas sin sentir demasiadas molestias por las vibraciones causadas (a mayor peso, mayores vibraciones).

Respecto al tamaño, hay que tener en cuenta si existe parto vaginal o si se trata de mujeres que no hayan dado a luz todavía. En el primer caso, las bolas estándar de 35 mm son suficientes para comenzar, pero en el segundo caso quizás sea necesario optar por las mini bolas de 25-29 mm.

Por último, atendiendo al material de las bolas terapéuticas, se pueden encontrar de metal, cristal o silicona, siendo estas últimas las más populares por ser hipoalergénicas, más resistentes, no contaminantes y más flexibles. 

Consejos para su utilización

A pesar de se recomienda su uso para tonificar el suelo pélvico, las bolas chinas tienen sus riesgos, de ahí que sea necesario conocer toda la información disponible para poder utilizarlas de forma segura y efectiva. Por ejemplo, las sexólogas alertan de la necesidad de mantener una higiene adecuada del accesorio en cuestión.

Antes de usarlas por primera vez deben lavarse bien, e incluso esterilizarlas como si de un biberón de un bebé se tratara: hervirlas durante diez minutos en agua limpia es la recomendación general. Y no solo en el primer uso, en los sucesivos también rsulta necesario lavarlas con jabón neutro y secarlas correctamente antes de guardarlas: evitar la humedad es fundamental para evitar infecciones.  En Redlights afirman que incluso existen productos y geles específicos para la limpieza de las bolas chinas, así que no está de más tenerlo en cuenta a la hora de comprarlas para añadir uno de estos limpiadores al carrito de la compra.

 Respecto a la colocación hay que decir que es realmente fácil y que resulta esencial mantener la calma, sobre todo las primeras veces. Lo ideal es aplicar un lubricante vaginal e introducir poco a poco hasta que se perciba que la musculatura vaginal se cierra, al igual que sucede cuando se coloca un tampón. Por supuesto, se debe dejar el tirador de arrastre fuera para después extraer sin problema.

Es normal que el tamaño imponga o que la sensación de peso cuando la mujer se levanta resulte incómoda al principio, pero ese peso de las bolas será el principal aliado de la mujer en su lucha contra el debilitamiento muscular del suelo pélvico. Se puede comenzar con 15 minutos y después ir ampliando tiempos hasta llegar a la hora diaria de uso. No se necesita más y la mujer no tiene que realizar absolutamente nada más, solo portar las bolas tal cual se ha explicado anteriormente. Eso sí, pueden aparecer agujetas y es totalmente normal, por lo que se recomienda descansar dos o tres días antes de volver a utilizarlas.

Con el uso y la experiencia, posteriormente, se pueden hacer movimientos musculares con la vagina para intentar mover la bola dentro de la musculatura vaginal. Este tipo de ejercicios son realmente eficaces para la tonificación, según confirman los expertos.

Bolas chinas terapéuticas: ¿funcionan realmente?

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