Aunque todavía es pronto para que las pesquisas de la Policía Nacional den su fruto, la primera impresión de las autoridades es que el asalto que sufrió ayer la sede de UGT en Fernández Latorre, en la que quince hombres esparcieron basura por todo el tercer piso del edificio y arrojaron amoníaco a la cara del secretario general de la Federación de Servicios Públicos (FSP), Luis Baneira, está relacionado con un conflicto laboral, tal y como lo expresó ayer el delegado de Gobierno, Miguel Cortizo. La principal razón es que existen varios testigos que aseguran haber reconocido a algunos de los asaltantes (aunque la mayoría estaba embozado con pañuelos o capuchas) como miembros de la plantilla de Cespa. Así lo afirman fuentes de UGT, que confían también en que haya imágenes grabadas de estos talibanes.
Precisamente ayer acudieron a prestar declaración en Lonzas el secretario comarcal de UGT, José Carrillo, junto con la propia víctima pero, ya en un primer momento, las sospechas recaían sobre los trabajadores de la empresa concesionaria del servicio de recogida de basuras municipales. Nada más terminar todo, los testigos aseguraban haber oído como los asaltantes gritaron ¡Esto es por Cespa! y ¡Fascistas! ¡Traidores! mientras esparcían basura que habían recogido de los contenedores de las calles y arrojaban petardos que provocaron una gran humareda.
Fuentes policiales señalan que el hecho de que los atacantes preguntaran específicamente por Baneira y que lo atacaran sólo a él también es muy relevante, porque indicaría que lo hacían en represalia por un hecho en concreto en vez de atacar simplemente la sede, lo cual indicaría que la agresión va contra UGT. Pero por el momento, ni el delegado de Gobierno ni la Jefatura Superior de Policía van más allá en sus declaraciones. Confiamos que obtener resultados positivos pronto, explicaron fuentes policiales, mientras que el delegado de Gobierno pidiendo paciencia para que los investigadores pudieran hacer su trabajo.
Injurias y Calumnias > Mientras, en Cespa es precisamente paciencia lo que más escasea, porque el rumor de acusaciones contra la plantilla ha levantado ampollas. La dirección ya había negado cualquier posible implicación de la empresa, pero el presidente de su comité, Miguel Ángel Fuentes, asegura que pondrá el asunto en manos de sus abogados para determinar si pueden denunciar a los testigos por injurias y calumnias.
Uno de los portavoces del comité, Alberto López, criticó sin matices la postura de UGT y calificó el hecho de que se señalara a Cespa de escandaloso. En cuanto a las sospechas de que el detonante de la agresión pueda ser la denuncia de UGT de que un anexo del convenio que priorizaba la contratación de familiares de empleados es inconstitucional: É gracioso, porque UXT é unha parte firmante do convenio colectivo. Se crían que era ilegal. Por qué o firmaron?.
En cuanto a Fuentes, no negó que hubiera malestar contra este sindicato en la concesionaria de recogidas de basuras. En realidad, tachó de hipócritas a los representantes de UGT y aseguró que habían perdido la confianza no sólo de los trabajadores de Cespa, sino de los de todo el Estado porque son el sindicato de la clase patronal. Sin embargo, matizó que, hasta que no tengan una respuesta de su gabinete jurídico, no actuarán en contra del sindicato.
Éste ya ha anunciado que el próximo martes hará una declaración oficial de lo ocurrido este martes, en la que muy probablemente acusará a públicamente a los trabajadores de la empresa de haber protagonizado el ataque. Ya es el segundo que ha tenido que soportar su sede en lo que va de año, después de que unos desconocidos atacaran con una bomba de salfumán su puerta principal el pasado mes de febrero. Sin embargo, desde UGT advierten de que este incidente es con mucho más grave.