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jueves | 25 abril | 2024
El Ayuntamiento de Arteixo está estudiando la posibilidad de instalar en determinadas zonas del municipio las conocidas como depuradoras ecológicas. Se trata de una plantación que imita a los humedales naturales y que sirven para tratar las aguas residuales, acompañado de una mínima infraestructura.
Este sistema utiliza la propia vegetación, como lirios, carrizos o españadas, entre otros, para tratar las aguas. Con ello, se consigue un método más barato y sostenible que una planta.
La iniciativa parte de un equipo de investigadores de la Universidad de A Coruña, por lo que desde el Gobierno local sostienen que se trata de un mecanismo que “tiene un seguimiento” y que ha demostrado en los “últimos cinco años” que funciona.
“Para núcleos muy aislado” o para “el rural, es lo mejor”, exponen, puesto que se evita los bombeos y la instalación de tuberías.
Beneficios
La puesta en marcha de estos humedales supone una inversión de unos 140.000 euros. Un precio bastante inferior al de una estación depuradora o un bombeo convencional, sostienen desde el departamento de Obras, que dirige José Ramón Amado.
Pero, además, la principal ventaja –en el plano económico– es que una vez que está operativa esta plantación, el mantenimiento tiene un coste “casi cero”, además de no tener que abonar facturas eléctricas.
Además del respecto por el medio ambiente, al ser un sistema natural, en este apartado se añaden otras ventajas respecto a los sistemas tradicionales.
Por ejemplo, en el caso de un fallo eléctrico, “en una planta normal se puede producir un vertido, mientras que con la ecológica no”. Añaden desde el Gobierno local que tampoco se utilizan reactivos químicos para el tratamiento de las aguas.
Sobre las posibles molestias para los vecinos del entorno, hacen hincapié en que son cero. Este sistema no produce olores y los insectos tampoco se concentran en su entorno.
Ante estas ventajas, Arteixo se está planteando que los núcleos más rurales del municipio cuenten con este sistema vegetal para depurar las aguas residuales, en vez de instalar los bombeos que, a su vez conduzcan el agua hasta las estaciones de tratamiento.
