La asociación Cancoruña celebró ayer una actividad denominada “Bailando con perros”. Más de 40 mascotas y sus dueños participaron en esta actividad física en la que el animal se va habituando a recibir ruidos, sonidos y movimiento a su alrededor, en un ambiente totalmente diferente. En el caso de que los dueños sean ciegos, el ejercicio tiene un efecto positivo adicional porque refuerza el vínculo con el perro-guía del que depende.
Todo se hizo al ritmo de la música, y cada dueño tenía que inventarse una coreografía con el animal. La actividad canina comenzó a las once de la mañana en las proximidades del Palco de la Música, y durante una hora y media los dueños siguieron las indicaciones del monitor. Los más previsores siguieron las indicaciones que se habían dado y llevaron consigo algún premio para el perro, como algo de comida o un juguete. Como en anteriores ocasiones, la actividad contó con la colaboración del centro canino Montegatto, Octavio Villasala.
Aunque estaban inscritos cerca de 40 participantes, a medida que se desarrollaba la actividad, cada vez más personas, no todas ellas con perro, se acercaron a traídos por la música y el baile, y muchos de ellos acabaron también participando. l