El juicio por la muerte de Diego Novo, el niño de 4 años que falleció ahogado en una piscina del colegio Liceo de A Coruña en 2009, comienza mañana.
En el banquillo de los acusados se sentarán los dos propietarios del centro escolar, el director técnico, el jefe de estudios, el coordinador de las actividades acuáticas, la monitora y el socorrista que aquella mañana de marzo de 2009 vigilaban a los alumnos durante la clase de natación.
La acusación particular pide para todos ellos 4 años de prisión por un delito de homicidio por imprudencia grave al entender que se produjo una concatenación de fallos que terminó con la muerte del menor.
La Fiscalía mantiene la petición de 4 años para la monitora y el socorrista, mientras que rebaja a 3 años la pena para el resto de acusados.