El recrudecimiento de la pandemia reduce un 50% los viajes en taxis

El recrudecimiento de la pandemia reduce un 50% los viajes en taxis
Las paradas de taxi están llenas de vehículos a la espera de un pasajero | javier alborés

La Xunta no decretó el miércoles la restricción de movimientos en A Coruña y su área, como algunos temían, pero las medidas que se implantaron el viernes pasado ya habían provocado un descenso en el número de desplazamientos dentro de la ciudad. Los taxistas fueron los primeros en notarlo: un gremio que, como casi todos los que trabajan de cara al público, ha visto reducida su actividad con la pandemia. Sin embargo, el verano y el fin de la cuarentena había visto un alivio de la situación, que ahora vuelve a empeorar. Según los cálculos de la asociación Teletaxi, actualmente están trabajando a un 50% del nivel normal de ocupación. Eso quiere decir que si en un día se podían hacer catorce carreras, ahora el número ha quedado reducida a siete u ocho

“Se ve que está todo un poco parado estos días –reconoce Manuel Sánchez Quindimil, presidente de Teletaxi–. Se ve la ciudad un poco decaída”. Quindimil achaca este fenómeno a la falta de las fiestas patronales que normalmente jalonan el mes de agosto, y a las que el Ayuntamiento se vio obligado a poner el último clavo en su ataúd hace una semana, cuando anunció la cancelación del Festival Noroeste, después de haber llegado a celebrar anteriormente otros conciertos con el aforo muy reducido y grandes medidas de seguridad. “La gente se asustó un poco”, confiesa Quindimil, al referirse a las paradas donde se acumulan los taxis a la espera de que llegue una carrera. “Las anteriores semanas, dentro de lo que cabe, íbamos creciendo cada día un poco”, añade. 

Pero la dinámica ha cambiado una vez más. Por supuesto, el turno de noche es el que más lo ha sufrido, con la eliminación del ocio nocturno, dado que todas los locales deben cerrar a la una,  los turnos de la mañana y de la tarde también han percibido el cambio, ante la escasez de turistas. 

Con pantallas protectoras 
No se puede olvidar que el sector del taxi ha hecho esfuerzos para adaptarse a la nueva situación, instalando mamparas protectoras que ofrezcan protección tanto a los choferes como a los pasajeros frente al coronavirus. Comenzaron a hacerlo en abril, en plena desescalada, y aunque no todos los vehículos están equipados con ella, más de la mitad sí lo están. 

Son pantallas protectoras, porque suelen ser de plástico, y no de cristal ni metacrilato. Tiene la ventaja de que no precisa de pasar la ITV, y no cuesta más de 50 euros. Básicamente es un plástico flexible con bordes de goma que se fija a los cabeceros y a la base de los asientos con un orificio que permite cobrar. Pero ni con estas precauciones consiguen vencer al coronavirus.

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