El coruñés Mario Costeja, que ha logrado que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) le diera la razón al exigir que se quitara en Google un enlace a una información que le perjudicaba, considera que este buscador “era una gran herramienta y ahora es perfecta con esta sentencia”.
Costeja, que reside en A Coruña, explicó en una entrevista con Efe que el fallo del TJUE es “coherente” y “satisfactorio”, pues con él se establecen “unas reglas de juego” para estas compañías y para los ciudadanos.
“Lo que necesitábamos era una normativa, que el ciudadano supiera a dónde dirigirse” y “no tener que ir a Estados Unidos”, algo que se ha conseguido con su iniciativa, enfatizó este perito calígrafo judicial, por lo que ahora cede “el testigo a los demás” porque su periplo judicial ha terminado aquí.
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El TJUE respaldó ayer el “derecho al olvido” defendido por España, al señalar que los motores de búsqueda como Google deben retirar los enlaces a informaciones publicadas en el pasado si se comprueba que perjudican a un ciudadano y no son pertinentes.
El fallo se refiere a una consulta de las autoridades judiciales españolas sobre el litigio que enfrenta a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y a Google con Mario Costeja González, que pidió que se retirasen los enlaces a una información que le es perjudicial, alegando su “derecho al olvido”.
El afectado, originario de Brasil e hijo de emigrantes de Galicia y Cataluña, denunció que en 1998 un periódico español de gran tirada, La Vanguardia, publicó en su edición impresa dos anuncios relativos a una subasta de inmuebles relacionada con un embargo derivado de deudas a la Seguridad Social, que luego se digitalizaron.
Costeja cree que Google tomará medidas tras esta decisión del TJUE porque es la “agencia de publicidad más grande del mundo” y “tendrá que defender su negocio”, algo que no obstante no considera “relevante” para esta compañía porque “no tiene necesidad” de reaccionar al fallo de la justicia europea.
En este contexto, quiso introducir un matiz y es puntualizar que “nunca” ha defendido en sí el derecho al olvido, sino la “supresión de datos irrelevantes o que puedan ofender a las personas, o menoscabar su dignidad”.
Datos que “no tengan ninguna relevancia” como los vídeos en los que se puede ver a menores peleándose, porque ello “no es libertad de expresión”.
En su opinión, “el hecho de ampararse en el anonimato y escribir barbaridades de una persona no lo considero libertad de expresión, ese es mi matiz”, precisó Costeja.
“Google y yo estamos de acuerdo” y “tenemos la gran suerte de que Google en estos momentos es una gran defensora de la libertad de expresión”, continuó, aunque el tribunal haya reconocido su derecho a que se eliminen de la red los datos que le perjudican y que no son relevantes, lo que de momento no ha ocurrido, dijo.
En cambio, explicó, “el derecho al olvido es que si un político mete la mano en la caja, lo pillan, lo sentencian y él que quiera quitar sus datos es derecho al olvido, estoy en contra, porque eso es ir contra de la libertad”.
El fallo ha sorprendido dado que el pasado 25 de junio el abogado general del Tribunal Niilo Jääskinen había considerado que Google no era responsable de los datos personales incluidos en páginas web a las que remite su servicio de búsqueda.
Conocida la resolución, Joaquín Muñoz, abogado de Mario Costeja, del bufete Abanlex, explicó a Efefuturo que el Tribunal opina que Google sí trata los datos que indexa y exige que en determinados casos se tienen que atender las solicitudes de los usuarios para no enlazar información que les perjudique cuando las búsquedas incluyen sus nombres y apellidos.
Explicó que incluso en el caso de que la fuente en la que se publicó el contenido no la retire, y hasta en aquellas situaciones en las que la información es lícita.