El conflicto entre el gobierno local y, al menos, parte de los representantes sindicales de los funcionarios y personal laboral continúa. Después de que el Ayuntamiento afirmase que la organización actual de la plantilla municipal supone un “clientelismo” con el que quiere acabar, desde UGT acusan al concejal de Régimen Interior, Felipe Andreu, de “faltar ao respecto á maioría dos traballadores deste Concello por deixar á marxe a este sindicato”.
Mientras que el gobierno local anunció que acepta “todas las propuestas” que han hecho CCOO y la CIG. Desde UGT reprochan que las medidas propuestas por Andreu supongan una “imposición unilateral”. Aceptan el salario mínimo de 1.200 euros y que se reserve una partida para la paga extraordinaria de 1.200 euros. Pero rechazan la “utilización masiva da libre designación”. Recuerdan que esperan que el Ayuntamiento apruebe el organigrama para valorar los puestos de trabajo.
Al enfrentamiento de UGT con el Ayuntamiento se suma una guerra de éste con CCOO y la CIG que lamentaban que el gobierno local hubiese paralizado la negociación. Pero desde UGT aseguran que estos dos sindicatos son “desleais” al mantener “reunións á espaldas do sindicato maioritario”.