la tragedia repetida el TABAR, otro más en la lista
El hundimiento del pesquero Tabar el pasado miércoles a la entrada del puerto ha supuesto un nuevo golpe para la villa marinera de Malpica. Esta tragedia se produce solo cinco meses después de la del Nuevo Luz y se une a otras que ya forman parte de la triste historia de los naufragios.
reportaje de d.b.
Malpica es una de las localidades marineras de la Costa da Morte golpeadas por las tragedias del mar.
En la memoria de los malpicanos están muy presentes desgracias como la de Os Tonechos, de la que estos días se cumplen veinte años. Coincidiendo con este triste aniversario la localidad está de luto por la desaparición de Sergio Romay, marinero de 26 años que faenaba en el Tabar, el barco hundido en la noche del miércoles cerca del puerto de A Coruña, al ser alcanzado por el Estesky, un mercante. En el Tabar, un pesquero de madera con base en Malpica, iban cuatro tripulantes, tres de los cuales fueron rescatados al caer al mar, pero Sergio Romay aún no ha aparecido.
Hace apenas cinco meses Malpica estuvo de luto por la muerte de dos vecinos en el hundimiento del Nuevo Luz, un barco de cerco de 14,83 metros de eslora. Un golpe de mar, en el momento en el que estaban subiendo las capturas a bordo, provocó el naufragio del pesquero malpicano frente a Punta Langosteira. A bordo iban seis marineros, de los cuales fallecieron José Enrique Carril Rojo, de 45 años, y Manuel Varela Veiga, de 40. Sus cuatro compañeros pudieron salvar la vida al ser rescatados por otras embarcaciones. Se da la casualidad de que uno de los supervivientes y armador de la nave es Marcos Alfeirán, hijo y hermano de dos de las nueve víctimas mortales del Os Tonechos, de cuyo hundimiento se cumplen estos días veinte años.
Octubre negro > El 5 de octubre de 1991 nueve marineros de Malpica perdían la vida al naufragar en los bajos de Baldaio (Carballo). El armador Antonio Alfeirán (41 años) y su hijo Antonio (21); los hermanos José Antonio (24) y Santiago Manuel Vila Lema (20), Juan José Chouciño Garrido (22), Francisco José Pose Reino (17 años), José Varela Pose (22), Juan José Ruiz Pose (22) y Modesto Varela Torrado (46) formaban la tripulación del Os Tonechos que se hundió a cuatro millas de la costa la noche de un viernes. Dos helicópteros, un remolcador, lanchas de Cruz Roja y una quincena de barcos que regresaban a puerto se unieron a la búsqueda de los cuerpos, de los cuales cuatro siguen en el mar.
La tragedia de Os Tonechos se producía tan solo cuatro días después de que un vecino de Malpica, Gerardo Pérez Pose, de 36 años, fuese el único superviviente del Frank C, un palangrero hundido en la zona del Gran Sol. El marinero estuvo 26 horas en una balsa hasta que fue rescatado por otra embarcación. La tripulación estaba formada por 17 hombres, quince de los cuales eran gallegos, entre ellos el carballés José Antonio Rodríguez, de 35 años, y su hijo del mismo nombre, que contaba con tan solo 16 años, así como el pontecesano Jorge López Baña, de 41 años.
Pero Malpica no sólo perdió hombres en el mar, sino que también fue escenario de otros naufragios en los que perdieron la vida vecinos de la Costa da Morte. Es el caso del Nuevo Nautilus, hundido hace ahora 22 años, un 6 de octubre de 1989. El pesquero, con base en Laxe, desaparecía a unas seis millas al norte de las Sisargas cuando regresaba a puerto con cinco tripulantes a bordo. El golpe fue especialmente duro porque no pudo recuperarse ningún cuerpo: Jesús Manuel Soneira, de 24 años; Germán Santiago Díaz, de 25 años; José M. Rama, de 29; José A. Monteiga, de 25; y Manuel Ramos, de tan solo 15 años.
La tragedia volvía a producirse frente a las Illas Sisargas quince años después, el 2 de junio de 2009, con el hundimiento del cerquero de Cambados O Bahía, con diez tripulantes a bordo, de los cuales cuatro descansan en el fondo del mar.